El Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró anoche que otro de sus diplomáticos en La Habana sufrió daños en su salud, un incidente que se suma a los misteriosos «ataques» que han afectado a diplomáticos del país en Cuba y China.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, informó que el gobierno ha confirmado que uno de sus diplomáticos en Cuba sufrió problemas de salud «similares» a los que enfrentaron 24 empleados de su misión diplomática en La Habana entre 2016 y 2017.
Con el nuevo caso confirmado, el número de diplomáticos en Cuba afectados por estos misteriosos síntomas suma ya 25.
Según explicó anoche la portavoz, Washington informó a La Habana del incidente el pasado 29 de mayo y, entonces, el gobierno cubano aseguró que se toma el asunto «seriamente» y continuará con sus investigaciones, citó la agencia de noticias EFE.
«Encarecidamente, recordamos al gobierno cubano de su responsabilidad bajo la Convención de Viena para proteger a nuestros diplomáticos», subrayó Nauert.
Los supuestos ataques contra los diplomáticos norteamericanos en Cuba tuvieron lugar entre noviembre de 2016 y agosto de 2017 y, por el momento, el gobierno de Estados Unidos no ha podido determinar «quién o qué» dañó la salud de su personal, que llegó a sufrir conmociones cerebrales.
Ese incidente deterioró las ya delicadas relaciones entre Estados Unidos y Cuba, puesto que Washington ha acusado a La Habana de saber quién perpetró los supuestos ataques a sus funcionarios y sus familiares, y de no haberlos protegido adecuadamente, algo que niega el Ejecutivo cubano.
Debido a esos ataques, que en principio Washington calificaba de acústicos, aunque luego reconoció no tener confirmada su naturaleza, el pasado 29 de septiembre Estados Unidos ordenó la salida del personal no esencial de su embajada en Cuba, es decir, un 60 % del total.
Por otro lado, el Departamento de Estado informó el pasado 23 de mayo que miembros de su personal diplomático en el consulado de Guangzhou, en China, había experimentado problemas de salud similares a los de Cuba.
Estados Unidos está actualmente investigando esos nuevos incidentes en China, que han despertado las alertas sobre la posibilidad de que se incrementen los ataques contra su personal diplomático en diferentes partes del mundo.