La creciente disputa por el muro en la frontera sur de EEUU, que tiene parcialmente paralizado el gobierno, ocupó anoche el horario de máxima audiencia televisiva con los discursos del presidente Donald Trump y de los líderes demócratas del Congreso, que no logran acercar posiciones para reabrir la Administración.
En el día 18 del cese de gobierno, a sólo tres días de transformarse en el más largo de la historia, producido entre finales de 1995 y principios de 1996 bajo la presidencia de Bill Clinton y que se extendió por 21 días, Trump y los demócratas volvieron a cruzar reclamos por el presupuesto para este año fiscal.
Trump se dirigió a la Nación desde el despacho oval de la Casa Blanca anoche, en un mensaje de TV en prime time, en el que buscó convencer a los estadounidenses sobre una «creciente crisis humanitaria y de seguridad» en la frontera sur del país, «una crisis del corazón y el alma».
En un mensaje de ocho minutos Trump consideró que la construcción del polémico muro es absolutamente necesario para la seguridad fronteriza del país y sostuvo que se trata de «una elección entre el bien y el mal, entre la justicia y la injusticia».
El mandatario reiteró su exigencia de que le sean aprobados 5.700 millones de dólares para la barrera, que insistió espera sea construida con acero, en vez de hormigón, citó la agencia de noticias EFE.
Tan pronto concluyó la alocución presidencial y en un hecho inédito, los líderes demócratas respondieron, también durante ocho minutos, el mismo tiempo al aire que las principales cadenas de televisión le concedieron al gobernante.
La presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, dijo que el presidente Trump «debe dejar de mantener como rehén al pueblo estadounidense, dejar de fabricar una crisis y debe volver a abrir la Administración».
La líder de la Cámara Baja lamentó que Trump haya optado por mantener la Administración cerrada por culpa de la disputa que mantienen demócratas y republicanos por los fondos para construir un muro en la frontera con México, en vez de aceptar una propuesta demócrata que volvería a abrir parte del Gobierno.
El pasado 3 de enero, el mismo día de la instalación del nuevo Congreso, Pelosi aprobó partidas para financiar algunas agencias afectadas por la parálisis de actividades, pero no incluyó fondos para el muro.
Para convertirse en ley, las iniciativas avaladas en le Cámara de Representantes deberán ser discutidas por el Senado, de mayoría republicana, por lo que se anticipa que no alcancen el respaldo esperado.
Además de distintas agencias que debieron suspender algunas de sus funciones a raíz de la falta de recursos, alrededor de 420.000 empleados considerados esenciales han continuado trabajando sin cobrar sueldo, mientras otros 380.000 permanecen en licencia, también sin remuneración.