Estados Unidos defendió hoy en Naciones Unidas su decisión de reconocer la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, un movimiento unilateral muy criticado por el resto de las potencias internacionales.
Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, al margen de Estados Unidos, dejaron clara su oposición a la medida del presidente estadounidense, Donald Trump, que se suma a su también cuestionado reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel.
Trump volvió a romper ayer el consenso internacional al reconocer oficialmente la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, un territorio arrebatado a Siria en 1967 y anexionado por las autoridades israelíes en 1981.
La decisión va explícitamente en contra de una resolución del Consejo de Seguridad aprobada entonces por unanimidad, también con el apoyo de Estados Unidos.
El embajador estadounidense ante la ONU, Jonathan Cohen, defendió ante el Consejo el reconocimiento, que según Trump busca reforzar la capacidad de Israel de defenderse de sus enemigos en la región, como Siria, Irán o el grupo islamista libanés Hezbollah.
Cohen dijo que permitir que esa zona estratégica sea controlada por Siria o Irán supondría hacer la vista gorda a las «atrocidades» del gobierno sirio del presidente Bashar al Assad y «la presencia maligna y desestabilizadora de Irán en la región».
Cohen subrayó que, para su gobierno, no puede haber un acuerdo de paz en Medio Oriente que no resuelva las necesidades de seguridad de Israel en el Golán, informó la agencia de noticias EFE.
La decisión de Trump fue criticada en Naciones Unidas tanto por rivales de Estados Unidos, caso de Rusia o China, como por algunos de sus socios más estrechos, como los miembros de la Unión Europea (UE).
«Expresamos nuestras fuertes preocupaciones por las consecuencias más amplias de reconocer una anexión ilegal», señalaron en un mensaje conjunto Bélgica, Francia, Alemania, Polonia y el Reino Unido, los cinco países de la UE que se sientan actualmente en el Consejo de Seguridad.
En nombre de la UE, los países recalcaron que «no reconocen la soberanía de Israel sobre los territorios ocupados desde junio de 1967» y su postura no cambia con el anuncio por parte de Estados Unidos.
Francia y el Reino Unido, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, también arremetieron a título individual contra el movimiento estadounidense, subrayando que cualquier anexión de territorio por la fuerza es «ilegal».
«Todo intento de esquivar los parámetros acordados por la comunidad internacional están condenados al fracaso», señaló el embajador francés, Francois Delattre, que advirtió contra los peligros de decisiones «unilaterales» como esta o la de trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén.
Preguntado al respecto, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que la postura de la organización sobre los Altos del Golán es «muy clara» y es la reflejada en las resoluciones relevantes, que declaran nulas y sin efecto jurídico internacional las decisiones de Israel de imponer sus leyes y su administración en ese territorio.
«Israel nunca dejará los Altos del Golán»
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó hoy que su país nunca dejará los Altos del Golán, mientras que Estados Unidos defendió en la ONU su decisión unilateral de reconocer la anexión israelí de esa meseta siria pese al rechazo de las potencias.
Los miembros del Consejo de Seguridad, al margen de Estados Unidos, dejaron clara su oposición a la medida del presidente estadounidense, Donald Trump, durante una reunión del máximo órgano de la ONU.
El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a romper ayer el consenso internacional al reconocer oficialmente la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, un territorio arrebatado a Siria en 1967 y anexionado por las autoridades israelíes en 1981.
«Israel nunca dejará los Altos del Golán», afirmó hoy un desafiante Netanyahu en videoconferencia ante el principal lobby judío en Estados Unidos.
Netanyahu planeaba asistir en Washington a la conferencia anual del Comité de Asuntos Públicos Americano Israelí (Aipac), pero una escalada de violencia entre el Ejército israelí y grupos palestinos en la Franja de Gaza lo obligó a regresar a Israel.
La proclama firmada por Trump sobre el Golán, menos de un año después de haber reconocido a Jerusalén, como capital de Israel, generó el repudio de buena parte de la comunidad internacional.
La decisión revierte más de medio siglo de política de Estados Unidos en Medio Oriente y viola una resolución del Consejo de Seguridad aprobada tras la anexión también con el apoyo de Washington, que alude a Israel como «el poder ocupante» de la zona.
En la sesión del Consejo, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que la postura de la organización sobre los Altos del Golán es «muy clara» y es la reflejada en las resoluciones relevantes, que declaran nulas y sin efecto jurídico internacional las decisiones de Israel de imponer sus leyes y su administración en ese territorio.
El representante estadounidense ante la ONU, Jonathan Cohen, defendió ante el Consejo de Seguridad el reconocimiento, que según Trump busca reforzar la capacidad de Israel de defenderse de sus enemigos en la región, como Siria, Irán o el grupo islamista libanés Hezbollah.
Cohen dijo que permitir que esa zona estratégica sea controlada por Siria o Irán supondría hacer la vista gorda a las «atrocidades» del gobierno sirio del presidente Bashar al Assad y «la presencia maligna y desestabilizadora de Irán en la región».
Cohen subrayó que, para su gobierno, no puede haber un acuerdo de paz en Medio Oriente que no resuelva las necesidades de seguridad de Israel en el Golán, informó la agencia de noticias EFE.
La decisión de Trump fue criticada en Naciones Unidas tanto por rivales de Estados Unidos, como Rusia o China, como por algunos de sus socios más estrechos, como los miembros de la Unión Europea (UE).
«Expresamos nuestras fuertes preocupaciones por las consecuencias más amplias de reconocer una anexión ilegal», señalaron en un mensaje conjunto Bélgica, Francia, Alemania, Polonia y el Reino Unido, los cinco países de la UE que se sientan actualmente en el Consejo de Seguridad.
Francia y el Reino Unido, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, también arremetieron a título individual contra el movimiento estadounidense, subrayando que cualquier anexión de territorio por la fuerza es «ilegal».
«Todo intento de esquivar los parámetros acordados por la comunidad internacional están condenados al fracaso», señaló el embajador francés, Francois Delattre, que advirtió contra los peligros de decisiones «unilaterales» como esta o la de trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén.
Arabia Saudita, Líbano, Mauritania e Indonesia se sumaron hoy a la ola de rechazo internacional al reconocimiento unilateral de Trump, que calificaron de clara violación de la ley internacional.