Autoridades sanitarias temen más contagios por grandes concentraciones de personas durante el fin de semana largo
Estados Unidos honraba hoy a sus militares muertos en combate en un Día de los Caídos como ningún otro por la pandemia de coronavirus, con autoridades sanitarias temerosas de más contagios luego de grandes concentraciones de personas durante el fin de semana largo.
Autoridades advirtieron a la ciudadanía que cumplan con las medidas de distanciamiento social para evitar rebrotes de un virus en el país más afectado del mundo, con casi 100.000 muertos y más de 1,6 millones de infectados.
En Nueva York, epicentro de la pandemia en el país, el homenaje a los caídos será realizado con caravanas de autos y pequeñas ceremonias en lugar de los acostumbrados y multitudinarios desfiles debido a las restricciones por el coronavirus.
«Es algo que no nos gusta, pero lo entendemos», dijo Raymond Aalbue, presidente de los Veteranos Unidos del Condado de Kings, que todos los años realiza un desfile por Brooklyn.
«No hay razón para poner en riesgo a nadie», dijo, citado por CNN.
Los veteranos de guerra, así como los residentes en geriátricos, constituyen un importante porcentaje de los muertos en Estados Unidos por la pandemia de coronavirus.
Después de jugar al golf dos días, el presidente Donald Trump tenía previsto marcar el Día de los Caídos con una aparición en el Cementerio Nacional de Arlington, en Virginia, cerca de Washington.
El mandatario depositará una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido y luego hablará en el histórico Fuerte McHenry de Baltimore, Maryland, donde los estadounidenses repelieron un ataque naval británico en 1812.
Miles de personas corrieron a las playas y parques este fin de semana largo en Estados Unidos, aprovechando la relajación de algunas de las medidas de confinamiento por el coronavirus.
La doctora Deborah Birx, coordinadora del equipo especial de la Casa Blanca para la lucha contra el virus, se manifestó «muy preocupada» por las imágenes de multitudes durante el fin de semana.
En el sureño estado de Florida, en la zona de Tampa, en la costa del Golfo, las aglomeraciones fueron tan grandes que las autoridades cerraron parques para dispersarlas.
En Missouri, la gente desbordó restaurantes y bares en el embalse del Lago de las Ozakars, un popular destino turístico.
En California, las autoridades dijeron que la mayoría de las personas cumplió y usó mascarillas y mantuvo la distancia social en sus salidas por el estado.
En la costa este, muchas playas abrieron en el estado de Carolina del Sur, aunque solo para nadar, correr y otras actividades, no para tomar sol.