La primera reunión de diálogo entre el gobierno de Ecuador y los representantes del movimiento indígena se realizará este domingo, según adelantaron delegados de las Naciones Unidas en Ecuador y la Conferencia Episcopal Ecuatoriana sin especificar quienes serán los protagonistas del encuentro.
En un comunicado conjunto ambos organismos ratificaron que «tras mantener contactos con el gobierno y con las organizaciones del movimiento indígena, la primera reunión de diálogo está convocada para el día 13 de octubre a las 3 de la tarde en Quito». Sin ofrecer más detalles acerca del lugar de la reunión ni tampoco sobre quienes integrarán las delegaciones de ambas partes, la Iglesia ecuatoriana y la ONU dicen confiar «en la buena voluntad de todos para establecer un diálogo de buena fe y encontrar una pronta solución a la compleja situación que vive el país».
El anunció realizado a última hora del sábado, ocurrió minutos después de que se hiciera efectivo el toque de queda y la militarización en el distrito metropolitano de Quito, anunciados por el presidente ecuatoriano Lenín Moreno, con la intención de extinguir la ola de protestas que comenzaron el 3 de octubre por el ajuste económico que decidió el gobierno como parte de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esa directiva gubernamental impactó internamente en la decisión de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) que, con matices, resolvió sentarse a dialogar después de diez días de protestas.
El acercamiento entre las posturas inicialmente intransigentes del gobierno y de los indígenas llega después de que se registraran a nivel nacional al menos cuatro muertos, más de 850 heridos y más de mil detenidos en las protestas. En una nueva declaración a la Nación, el presidente Moreno indicó que el sábado fue «un día triste para el Ecuador, para Quito, para la historia del país», y se refirió a los sucesos acaecidos como de «violencia nunca antes vista», informó la agencia de noticias EFE.
Lenín Moreno aclaró que las organizaciones indígenas que permanecen en Quito también tienen la misma obligación de cumplir con el toque de queda y que su Gobierno «no quiere confrontación entre hermanos». Añadió que el proceso para el inicio de las conversaciones tenía avances y que las mantendrá con «quienes tengan la decisión de dialogar».
El mandatario dio a conocer una serie de resoluciones relativas a la situación de excepción así como una posible oferta a los sectores que han protagonizado las protestas. Entre ellas, dijo que el toque de queda se mantendría en Quito y los valles que integran el distrito metropolitano hasta nuevo aviso. También su disposición a analizar y revisar el polémico decreto 883, que incluye la eliminación de los subsidios a los combustibles, «conforme al pedido que han hecho las organizaciones indígenas y sectores sociales».