Así lo estimó un informe elaborado por la Fundación Mediterránea, con el objetivo de evitar el "derrape" económico
Con el fin de acotar la expansión monetaria, generada por la necesidad del Estado Nacional de contar con más recursos para enfrentar la pandemia, estiman que el Gobierno debería reducir los salarios estatales y recurrir al desdoblamiento del mercado cambiario.
Así lo estimó un informe elaborado por la Fundación Mediterránea, con la firma del economista Jorge Vasconcelos.
Según ese trabajo, el Gobierno actúa con prioridades enfocadas a evitar una crisis social, pero «debe cuidarse el riesgo de un eventual fogonazo inflacionario».
En abril, la base monetaria está subiendo a un ritmo de 70 % interanual, 20 puntos porcentuales por encima de la inflación y del dólar oficial, indicó la entidad.
En ese sentido alertó que habrá emisión monetaria adicional por la suba de gastos públicos y la «brutal» caída de la recaudación, por el rescate de Leliq que financia la expansión del crédito bancario y también por un creciente superávit de la balanza comercial.
«Para acotar parcialmente esa acumulación de factores de expansión monetaria, no conviene recurrir a las cuasimonedas, sino a algún mecanismo de ahorro forzoso en salarios estatales por encima de cierto umbral. Esto facilitaría el uso transitorio de la ‘coparticipación’ de adelantos del Banco Central», propuso la Mediterránea.
Pero aclaró que aún así, habrá necesidad de esterilizar exceso de pesos: «para no engrosar nuevamente el stock de Leliq, un instrumento más genuino es el desdoblamiento del mercado de cambios, con el Banco Central vendiendo una fracción de los dólares del superávit comercial en el segmento financiero», evaluó.
El informe detalló que, de ese modo, habría más recursos fiscales y cuasifiscales, y se ampliaría el arsenal de instrumentos para manejar la macro; se abriría también un canal para el flujo de capitales de las empresas, facilitando el cálculo económico para inversiones (fusiones y adquisiciones) y dividendos.
Además, el reporte subrayó que los «cimientos» para manejar la macro «serían más firmes» si la reestructuración de la deuda pública llegara a buen puerto: lo que está en juego es el 25,7 % del total, por lo que cada punto de tasa de interés que se reconozca a este segmento implica 0,25 puntos de carga para la deuda total.
«Ha habido un aggiornamiento en el enfoque de la negociación, pero falta lo principal: un programa fiscal para la etapa posterior a la pandemia, que deje atrás décadas de desaprensión en este plano», añadió.