Espectáculos

Dyango vuelve con sus herederos y asegura: «La canción romántica siempre existirá»


Uno de los íconos de la canción romántica iberoamericana se presentará en Córdoba y Buenos Aires junto a su hijo Marcos Llunas y su nieto Axel 

Dyango, un ícono de la canción romántica iberoamericana, regresa nuevamente al país para presentar en Córdoba y Buenos Aires el espectáculo “3 generaciones, un corazón” que por primera vez lo reúne con su hijo Marcos Llunas y su nieto Axel con la certeza de que “la canción romántica siempre existirá”.

“La canción romántica nunca pasará de moda porque la gente seguirá amándose y enamorándose y apareceremos nosotros cantando lo nuestro y, a la larga, los otros géneros como reggaetones y cosas extrañas para mover el culito sí irán desapareciendo”, postula Dyango durante una comunicación con Télam.

También desde Chile, segunda parada de un tour familiar sudamericano iniciado en Paraguay y que además incluirá Perú, Llunas, hijo de Dyango y padre de Axel (el adolescente de 14 años reconocido por encarnar al astro mexicano Luis Miguel en la serie televisivia), suscribe los dichos de su progenitor porque, asegura: “Aunque salgan nuevos géneros la gente nos sigue viniendo a ver y cada vez más y toda la familia”.

“La música romántica con sentido, con poesía y bien cantada no desaparece ni pierde vigencia, aunque sería bueno que siguieran saliendo nuevos artistas”, agrega Llunas a esta agencia.

La reunión familiar de estos artistas españoles tendrá dos veladas argentinas: este sábado 20 en el Quality Espacio de la ciudad de Córdoba y el miércoles 24 en el porteño estadio Luna Park.

A los 83 años, con más de seis décadas de trayectoria y una incumplida promesa de dejar los escenarios, Dyango es la personal voz de un repertorio que reconoce hitos como “Corazón mágico”, “Por volverte a ver” y “El primer beso”.

En ese camino, además, el catalán compartió escenarios y canciones con figuras de la talla de Rocío Dúrcal, Paco de Lucía, Celia Cruz, Oscar D’León, Sheena Easton y Pimpinela, entre más.

“Lo que más me satisface la vida es poder salir, aun después de tantos años, a un escenario y poder cantar mis canciones de amor”, asegura Dyango sin necesidad de justificar demasiado la decisión de seguir en el ruedo.

Y con el mismo sentimiento, amplía: “El que es músico como yo, que soy músico de profesión, estudiante de música, ejecutante de violín y de trompeta, la música es lo más grande que me ha podido pasar en la vida. Lo más grande que he tenido yo ha sido la música, y no porque uno se haga mayor tiene que dejarla”.

Capaz de sumar más y mejores argumentos, indica: “Cantar hoy me cuesta más que hace 25 años, por supuesto, pero Dios me ha dado la facultad de poder seguir con la música y cantar en los tonos en los que más o menos lo hacía cuando era joven y, como puedo hacerlo, lo hago”.

Menos conocido aquí que su padre pero con un importante recorrido de tres décadas en que publicó 11 discos con exitosas piezas entre las que se cuentan “Reconquistarte”, “Eres mi debilidad”, “Vida” y “Para olvidar”, Marcos ideó este encuentro generacional en escena.

“Te cuento que el culpable de esto soy yo y también soy el núcleo por tener un papá tan grande y unos hijos que vienen con tanta fuerza y ser artista también”, confiesa.

Menos jocoso, Llunas subraya: “Quise aprovechar esta coyuntura y el hecho de que no existe en la historia, que yo sepa, que tres artistas de tres generaciones se junten en un tour, Y poder estar cantando juntos es algo inolvidable para nosotros y esperamos que también para el público”.

Entusiasmado por esta apuesta que, de momento, contempla ocho recitales (después de los dos en Argentina que promediarán la gira antes de recalar en Lima y retornar a Chile para actuar en Coquimbo y Viña del Mar), Marcos revela que lo “estaban llamando para hacer esto también en México, en Guatemala y en Nueva York” y que si salen “victoriosos y con ilusión” de esta seguidilla desean “repetirlo en otros países”.

Entre risas, Dyango interrumpe a su hijo y opina: “Mejor que lo dejemos aquí porque mi hijo me está obligando a hacer una promoción como si recién empezara en esto y es una paliza tremenda”.

—¿Qué particularidades se pueden contar de esta familia tan artística y musical?

Marcos Llunas: Mi abuelo, el papá de mi papá, también era músico como mi tío, como mi primo, como casi toda la familia, pero yo he vivido la música de una manera muy humilde y muy afuera y apartado del gran éxito de Dyango desde que era niño. Pero en un momento dado quise pues yo también ganarme la vida cantando porque siempre pensé que se me daba bien y que era a lo que me quería dedicar. Y estoy muy feliz de que la vida me haya dado esta oportunidad de hacer lo que yo creía y quería, y a mis hijos, pues, un poco les dejo hacer lo que quieran ser y también les doy mi apoyo.

Dyango: Mi otro hijo Jordi también canta y lo hace muy bien, pero de todos nosotros quien tiene la mejor voz es Marcos y yo creo que con la ópera hubiese hecho cosas muy grandes.

—Dyango, ¿Qué significa el público argentino en tu historia musical?

D: Definir al público argentino es decir que para mí es el mejor del mundo y lo digo con todo el corazón y por eso he ido siempre desde el año 1968 y en eso coincidimos, por ejemplo, con Joan Manuel Serrat, con quien somos del mismo barrio.

T: Desde entonces has sido inmune a las crisis argentinas…

D: Generalmente ha sido llegar a Argentina y preguntar “¿cómo anda el país?” y que me dijeran “estamos tocando fondo” (risas) pero la gente de allí tiene mucho coraje para salir adelante, la verdad, y siempre me ha gustado cantar para ese público.