Más del 30% por debajo de la crisis financiera mundial en 2009 y regresó a nivel visto por última vez en la década de 1990, según informó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
La inversión extranjera directa mundial se derrumbó un 42% durante 2020, para totalizar 859.000 millones de dólares, desde 1,5 billones de dólares alcanzados en 2019, según informó hoy la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), en su 38° Monitor de Tendencias de Inversión Mundial .
La Inversión Extranjera Directa (IED) terminó 2020 más del 30% por debajo de la crisis financiera mundial en 2009 y regresó a nivel visto por última vez en la década de 1990.
El informe da cuenta que «la disminución se concentró en los países desarrollados, donde los flujos de IED cayeron un 69% a un estimado de 229.000 millones de dólares. Los flujos a Europa se agotaron por completo a -4.000 millones de dólares, incluidos los grandes flujos negativos en varios países. También se registró una fuerte disminución en los Estados Unidos (-49%) a 134.000 millones de dólares».
La Unctad, con sede en Ginebra, Suiza, remarcó que «el declive en las economías en desarrollo se midió relativamente en -12% a un estimado de 616.000 millones de dólares. La participación de las economías en desarrollo en la IED mundial alcanzó el 72%, la participación más alta registrada. China encabezó la clasificación de los mayores receptores de IED».
Para la caída de los flujos de IED en las regiones en desarrollo fue desigual, con un 37% en América Latina y el Caribe, un 18% en África y un 4% en los países en desarrollo de Asia.
Asia oriental fue la región receptora más grande y representó un tercio de la IED mundial en 2020. La IED destinada a las economías en transición disminuyó en un 77% a 13.000 millones de dólares.
La IED en China, donde la fase inicial de la pandemia provocó fuertes caídas en los gastos de capital, terminó el año con un pequeño aumento (+ 4%).
La IED en India aumentó un 13%, impulsada por las inversiones en el sector digital.
La IED en el bloque de la Asean, un motor del crecimiento de la IED durante la última década, se redujo un 31%.
La reducción a la mitad de las entradas de IED en los Estados Unidos se debió a fuertes caídas tanto en las inversiones nuevas como en las fusiones y adquisiciones transfronterizas.
La IED en la UE se redujo en dos tercios, con importantes descensos en todos los principales receptores; excepto el Reino Unido que no mostró caídas.
La Unctad pronostica que «se espera que la tendencia de la IED se mantenga débil en 2021»
Los datos sobre la base de los anuncios, un indicador de las tendencias futuras, proporcionan una imagen mixta y apuntan a una presión a la baja continua:
Los repuntes en el cuarto trimestre de 2020 frenaron las caídas anteriores en los acuerdos de financiamiento de proyectos internacionales recientemente anunciados (-2% para todo el año). Por tanto, la inversión internacional en los sectores de infraestructura podría resultar más sólida, impulsada también por paquetes de apoyo económico en los países desarrollados.
Del mismo modo, la caída en 2020 de las fusiones y adquisiciones transfronterizas (-10%) se vio amortiguada por valores más altos en la última parte del año.
En cuanto a los anuncios de fusiones y adquisiciones, se espera que la fuerte actividad de acuerdos en las industrias tecnológica y farmacéutica impulse los flujos de IED impulsados por fusiones y adquisiciones al alza.
Para los países en desarrollo, las tendencias en los anuncios de financiación de proyectos y proyectos totalmente nuevos son una preocupación importante.
Aunque los flujos generales de IED en las economías en desarrollo parecen relativamente resistentes, los anuncios de greenfield cayeron un 46% (-63% en África; -51% en América Latina y el Caribe, y -38% en Asia) y la financiación de proyectos internacionales en un 7% (- 40% en África).
Estos tipos de inversión son cruciales para el desarrollo de la capacidad productiva y la infraestructura y, por tanto, para las perspectivas de recuperación sostenible.
Los riesgos relacionados con la última ola de la pandemia, el ritmo de implementación de los programas de vacunación y los paquetes de apoyo económico, las frágiles situaciones macroeconómicas en los principales mercados emergentes y la incertidumbre sobre el entorno político mundial para la inversión seguirán afectando la IED en 2021.