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Durante 2020 muchos rosarinos se dedicaron a las plantas y los viveros salieron adelante


A partir de mayo, cuando comenzaron a levantarse las restricciones, los comercios del rubro lograron trabajar bastante bien aunque con dificultades, como los aumentos de precios.

Marzo de 2020 sorprendió a toda la sociedad argentina con un estricto aislamiento en el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus. La pandemia modificó la vida de las personas de diversas maneras. Los primeros meses sólo se mantuvieron abiertos los comercios esenciales, como supermercados o farmacias. Sin embargo, a partir de mayo se fueron flexibilizando algunas actividades comerciales y recreativas. Según pudo registrar CLG en una recorrida por diversos locales del rubro, los viveros lograron trabajar bastante bien a pesar de algunas dificultades.

Los trabajadores del sector explicaron que al estar encerrados en sus casas la mayor parte del tiempo, muchos rosarinos que contaban con la posibilidad económica de hacerlo, decidieron refaccionar sus hogares, embellecer sus patios y dedicarse a la jardinería. Eso ayudó a que muchos viveros pudieran sostener parte de sus ventas e incluso ganar nuevos clientes. Algunos además, incursionaron en la venta online a través de mensajería o páginas web.

«Para mucha gente, tener plantas es una buena terapia, cambia el ambiente, hay oxigenación», expresaron trabajadores del sector a CLG. En el pasado año, por lo tanto, fue clave que este tipo de comercio se mantuviera en movimiento.

Federico ofrece plantas y plantines en la peatonal San Martín

“Al principio fue un poco duro y caótico, por las restricciones de cada fase. Desde mitad de año en adelante fue un poco más llevadero, cuando se levantaron algunas restricciones. Al margen del contexto pudimos trabajar igual y seguir adelante con el proyecto”, comentó Federico a CLG.

Federico vende plantas y gran variedad de cactus y suculentas en el centro de la ciudad y relató que “al estar en cuarentena, la gente le ha dado más interés a los espacios verdes, al patio, a la decoración. Eso también nos ha ayudado a nosotros en general. Las plantas son un buen pasatiempo para hacer más llevadero todo este tema de la cuarentena, dan vida, armonía, despejan y sacan un poco la cabeza de lo que está pasando. Hacen ver la vida de otra manera”.

Por su parte, Melina, otra trabajadora del rubro, indicó que” dentro de lo difícil que fue para todos, a nosotros nos fue bastante bien el año pasado porque nos dedicamos a algo que está relacionado al ocio. Como la gente estuvo mucho tiempo encerrada en su casa, se dedicó a embellecer la casa. La gente que podía contar con efectivo y seguía cobrando un sueldo pudo hacerlo. Eso hizo que nos fuera bastante bien, a comparación de otros locales y otros rubros a los que le fue muy mal”.

Melina, en Higa, vivero del centro rosarino.

En diálogo con CLG, Melina comentó que en el vivero donde trabaja se comenzó con la venta online. “Como no tenemos una plataforma para venta, era todo por whatsapp, bastante complejo. Fue complicado organizarnos”.

Desde el vivero “La Miranda”, en la zona norte de la ciudad, también trabajaron con venta online y a través de redes sociales. Además, contaron a CLG que en la época de cuarentena más estricta realizaban envíos en el área y a veces también al centro de la ciudad. La gran cantidad de casas con espacios verdes en inmediaciones del comercio fue un beneficio a la hora de abrir sus puertas.

“Las primeras semanas estuvimos cerrados. Apenas pudimos abrir, atendíamos afuera. El inconveniente es que la gente no podía ingresar al local, por lo que debíamos sacar todas las plantas y se generaba cierto desorden”, expresó Haydée, trabajadora de La Miranda, a CLG.

Y agregó: “Las ventas durante la cuarentena aumentaron muchísimo, dado que la gente estaba en su casa. En la zona norte, donde nosotros estamos, la gente tiene jardín y quería verlo lindo. Tenían a los niños en la casa y era una linda actividad para hacer con ellos. Se vendía mucho de huerta”.

Sobre las dificultades que presentó el 2020, los trabajadores coincidieron en que el cuidado de las plantas fue un problema. Mientras los comercios estaban cerrados al público igual debían acercarse a regar las plantas, a sacarlas para que reciban sol y aire. Además, una vez que pudieron abrir sus puertas, había restricciones para el ingreso. “Fue un problema el hecho de que la gente no podía entrar porque es difícil elegir una planta si no la ves. Describirla o por fotos a lo mejor no te das cuenta del tamaño. La gente y nosotros tuvimos mucha paciencia”, expresó Melina.

“Mantener todas las plantas, con toda la variedad de especies y el cuidado que necesita cada una, se hizo un poco difícil”, añadió Federico.

El vivero La Miranda, en la zona norte de la ciudad.

Desde La Miranda, destacaron la importancia de cumplir los protocolos sanitarios y de distanciamiento. En este sentido, Javier indicó: “Los usuarios del vivero muchas veces viajaban y no se cuidaban, no se quedaban en la casa. A veces venían a comprar y luego nos enterábamos que tenían el virus. Si nosotros fallábamos en los cuidados y medidas de seguridad nos podíamos enfermar y teníamos que cerrar el vivero. No teníamos margen para eso”.

Melina, por su parte, consideró que el 2021 “se arrancó más o menos, con expectativas y dentro de todo bien. Pero el año pasado se arrancó mejor, antes de la pandemia. La gente se cuida con el dinero y también de salir a la calle por la pandemia”.

Los trabajadores del sector coincidieron en que hubo muchos aumentos y hay faltante de productos, aunque no tanto de plantas. “Como aumentaron las ventas y los proveedores no podían viajar para reponer, aumentaron mucho los precios. Hubo empresas que cerraron por covid y al reabrir los precios vinieron más altos. Además, hubo faltante de macetas por ejemplo, porque por la pandemia no se podían importar algunos materiales para su fabricación”, analizaron Javier y Haydée.

“Que esto termine pronto para seguir avanzando y que la sociedad esté más tranquila y más segura”; “trabajo y salud”; «poder seguir trabajando, retener los clientes que hicimos y poder ampliar el local» fueron los deseos de los trabajadores del sector para este 2021 que recién comienza.