El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, participarán desde el miércoles de las actividades previstas en Washington de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Los funcionarios, según confiaron fuentes oficiales, partirán el martes a la noche hacia Washington para iniciar a la mañana siguiente una serie de reuniones cuya agenda se estaba definiendo por estas horas.
Uno de los momentos esperado de este encuentro es el jueves, cuando los directores de ambos organismo den a conocer las perspectivas económicas mundiales, y regionales, para este año.
La Directora del FMI, Christine Lagarde advirtió la semana pasada que la economía mundial ha perdido fuerza «y se encuentra en un momento delicado», aunque dijo que en el organismo no ven una recesión en el corto plazo y esperan que el crecimiento repunte en lo que resta del año y en 2020.
En un discurso en la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, en Washington, Lagarde graficó el cambio en el escenario global con dos datos: hace solo dos años, el 75% de la economía mundial experimentó un repunte; este año, el Fondo prevé que el 70% de la economía mundial experimente una desaceleración.
El viernes pasado, el FMI aprobó el desembolso de US$ 10.800 millones para Argentina, tras concluir la tercera revisión del acuerdo stand by vigente desde el 20 de junio de 2018 al tiempo que advirtió sobre los niveles de inflación.
«Las políticas de las autoridades que sustentan el acuerdo respaldado por el FMI están dando fruto», pero alertó que «sin embargo, la inflación sigue siendo elevada; las expectativas inflacionarias están aumentando y la inercia inflacionaria resulta difícil de quebrar».
En esa oportunidad, Lagarde, sostuvo que «las políticas de las autoridades que sustentan el acuerdo respaldado por el FMI están dando fruto».
«El elevado déficit fiscal y en cuenta corriente -dos grandes vulnerabilidades que condujeron a la crisis financiera el año pasado- están disminuyendo. La actividad económica se contrajo en 2018 pero hay indicios de que la recesión ha tocado fondo, y se espera una recuperación gradual en los próximos trimestres», expresó Lagarde a través de un comunicado.
Asimismo, sostuvo que «el gobierno argentino dio muestra de su determinación de asegurar que la relación deuda pública/PIB se encuentra en una trayectoria sostenible, reduciendo el déficit primario de 2018 por debajo de la meta fijada en el programa».
Sin embargo, aclaró que «no obstante, a la luz de un nivel inferior al esperado del ingreso tributario en el primer semestre del año, será crítico actuar continuamente con prudencia en la ejecución de los planes de gasto y tomar otras medidas para incrementar los ingresos fiscales a fin que la posición fiscal de 2019 llegue al balance primario».
En ese marco «es necesario redoblar los esfuerzos por mejorar el marco fiscal a mediano plazo y la gestión de deuda».