Por Gonzalo Santamaría
Sin lugar a dudas Rosario es una de las sedes más importantes del deporte nacional. Cientos de deportistas nacidos en la Cuna de la Bandera han sabido defender la celeste y blanca alrededor del mundo. Y los mismos que representaron al país en distintas competiciones internacionales, se han formado en los clubes de la ciudad.
Camila Arregui y Trinidad López, criadas en Gimnasia y Esgrima de Rosario, tienen por delante un mes a pura competencia de la mano del nado artístico. Primero disputarán el Mundial en Corea del Sur del 12 al 24 de julio, para luego viajar a Lima, Perú, para hacer su rutina en los Panamericanos de dicha ciudad. CLG, dialogó con las dos jóvenes nadadoras en la previa a su viaje a Asia.
López, de 18 años, y Arregui, de 24, representan a la selección argentina de nado artístico (hasta 2017 llamado nado sincronizado) y este será para ellas su segundo Mundial. Participaron en 2017 en Budapest, Hungría, obtenido el puesto 24 en libre y 30 en técnico.
“Vamos en busca de mejorar esas marcas, tenemos muchas ganas de demostrar lo entrenado y obtener los resultados por los que vamos”, afirmó Arregui. El nado artístico tiene dos variables: por un lado está lo técnico, donde el dúo debe realizar cierta cantidad de elementos técnicos obligatorios y en un cierto orden; y, por el otro, el libre, que depende de las nadadoras y lo único que se estipula es un tiempo.
El dúo, sentado en el bar interno de GER, charló con CLG de las sensaciones con las que llegan a esta segunda experiencia. La mayor del dúo manifestó: “El primer Mundial fue una experiencia linda y esta vez ya sabemos con lo que nos vamos a encontrar. Vamos preparadas de otra forma”.
Rápidamente se sumó López: “Un Mundial no es lo mismo que un Open. Hay muchos más países, grandes potencias y ahora estamos más experimentadas”. Las rosarinas apuntan sus cañones al roce internacional que les permita llegar preparadas al preolímpico de Tokio en abril del 2020 y, ante la consulta de que si los Juegos Olímpicos son el gran objetivo, ambas sin titubear lanzaron: “Sí, obvio”.
Más de 40 países compiten en un Mundial pero sólo 22 son parte de los Juegos Olímpicos. En el campeonato mundial, las nadadoras se codean con las grandes potencias como Rusia, Japón, Ucrania y España, entre otras, y allí absorben todas las enseñanzas posibles. “En la sala de pre llamada compartimos con personas que son increíbles para nosotras”, definió Camila y Trinidad agregó: “Le decimos el cuartito del terror, ahí las miramos y decimos ‘estas no son personas’”.
Hasta el 16 de julio tienen prevista la competencia. Luego se quedarán entrenando en Corea y viajarán el 21 de ese mes a Lima para esperar los Panamericanos, siempre acompañadas por sus históricas entrenadoras Mónica López y Carina Roscoe. En Perú, verán acción los días 29 y 30. Un mes fuera de sus hogares para cumplir con su pasión.
Tomando palabra por las dos, Arregui dijo: “Siempre lo primero que te atrae es lo artístico del deporte, de bailar en el agua. Después uno se va poniendo objetivos y se vuelve deportista. Cuando terminás la rutina, es el momento de mayor satisfacción que tenés en tu vida”. Su compañera, no dudó en apoyar cada palabra.
Tras la competición mundialista, los Panamericanos esperan por la performance de las chicas. Bronce en el Sudamericano de Lima en 2018, Arregui y López saben que su lucha es con países como Chile, Colombia y Brasil, y apuntan a la competencia interna entre ellos.
Antes del viaje, las nadadoras rosarinas tuvieron el seguimiento de Irina Rodríguez Alvear, una española que supo ser olímpica en nado artístico en 2004 (plata) y 2008 (4ª). Arregui y López sostuvieron que la ex nadadora les enseña “dentro y fuera del agua” y las motivó por el “cambio de visión”. “Está todo el tiempo pendiente y eso es súper valorable”, cerraron.
Este jueves viajan a Corea para ultimar detalles antes de la presentación Mundial. Las rosarinas pasarán un mes en continuo viaje y competición para llevar al deporte argentino a lo más alto posible.