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Dos policías de La Pampa recorren casi 90 kilómetros en bicicleta para cumplir con sus tareas


Los sargentos Daniel Schaab y Nicolás Payela pedalean desde Santa Rosa a Eduardo Castex para cumplir con sus funciones asignadas en el Puesto Caminero

Desde el inicio de la cuarentena a fines marzo por la pandemia de coronavirus, dos sargentos de la policía de La Pampa recorren con sus bicicletas 80 kilómetros, distancia que separa Santa Rosa de Eduardo Castex, para cumplir con sus funciones asignadas en el Puesto Caminero de esa localidad.

Tal como sucede con los médicos, las médicas, enfermeras, enfermeros, personal de limpieza de los hospitales y personal de las fuerzas de seguridad, Daniel Schaab, de 42 años, y Nicolás Payela, de 31, forman parte del grupo de trabajadores esenciales, que ponen el cuerpo cuando salen a la calle para prestar su servicio incluso a riesgo de contagiarse.

Schaab y Payela perdieron la posibilidad de desplazarse a su puesto de trabajo en marzo cuando se suspendió el transporte interurbano que los depositaba en el Puesto Caminero de Eduardo Castex, cabecera del departamento Conhelo a 81 kilómetros de Santa Rosa y, por eso, tomaron la decisión de recorrer esa distancia en bicicleta.

«En realidad, cuando nos asignaron las funciones con mi compañero Nicolás, teníamos que tomar la decisión de irnos en auto o en bicicleta, porque por la cuarentena se había restringido la circulación del transporte interurbano y no teníamos manera de ir hasta nuestro trabajo», explica Schaab a Télam.

Daniel tiene 42 años y es sargento en la Policía de La Pampa, donde trabaja desde 2006, asignado casi desde el inicio de su carrera en el área de Toxicología.

Schaab confiesa que «son tiempos difíciles, donde el salario no alcanza» y explica: «Se nos hace complicado todo porque tenemos tres hijos, Matías de 20 años que está estudiando en Córdoba, Milagros de 12 y Mateo de 4 años, que tiene un retraso madurativo y nos demanda no solo una dedicación especial sino también gastos, porque hay tratamientos que debemos afrontar con nuestros propios salarios».

Foto: InfoPico

Acerca de cómo nació la idea de ir en bicicleta, relata: «La verdad que cuando nos dijeron que teníamos que ir hasta el Puesto Caminero de Eduardo Castex y nos quedamos sin transporte, la opción era ir en auto, pero eso nos generaba gastos extra y nos complicaba la situación económica, por lo que resolvimos ir en bicicleta los dos, encontrando en esos trayectos de ida y de vuelta un sinnúmero de experiencias que nunca vamos a olvidar».

El sargento comenta que luego de comunicar la decisión a las autoridades de la Policía, que recibieron bien la propuesta y les entregaron un casco a cada uno para circular, emprendieron la rutina de transitar los 80 kilómetros rumbo a Eduardo Castex, trayecto en el que confiesa: «Nos reímos y mucho, a veces tenemos que parar para arreglar las cubiertas porque se pincha alguna, pero nunca dejamos de reírnos y conversar».

Su compañero de camino, Nicolás, también es sargento, tiene 31 años, es padre de dos hijas y ese mundo laboral y familiar es parte diario de los temas compartidos entre la ruta y trabajo.

Payela relata que el trayecto les demanda unas 3 horas, que no van todos los días porque «trabajamos 12 horas y descansamos 24, pero es un camino que hacemos tranquilos, llegamos bien y luego cumplimos las 12 horas de servicio».

«No tenemos opción para no ir, primero porque es nuestro trabajo, nuestra obligación, y segundo, porque, además, en ese puesto nos esperan otros compañeros para hacer el cambio, que también necesitan descansar y ver a sus familias», aclaran los policías.

Daniel añade que «los días en los que no es posible ir en bicicleta, hacemos dedo. Si vemos que nadie nos lleva, optamos por el auto», confiesa riéndose aunque, si hay viento a favor, «salimos chochos porque sabemos que llegamos más rápido. Nos gusta hacer nuestro trabajo, aunque por supuesto, esperamos volver pronto a trabajar en Santa Rosa, para estar más cerca y disfrutar más tiempos de nuestras familias».