Al menos dos personas murieron y otras 10 resultaron heridas en la madrugada de este sábado en Karachi, en el sur de Pakistán, por la explosión de una bomba colocada debajo de una carreta con frutas en un mercado.
«La explosión se produjo cuando algunos comerciantes vendían frutas y otros artículos de uso diario, como ropa, en un mercado improvisado», informó el oficial de la policía de Karachi Ghulam Muhammed. El agente explicó que también se encontraron unos «500 gramos de explosivos» mientras rastreaban el lugar tras el atentado, y aclaró que la bomba que sí fue detonada «estaba oculta bajo una carreta de un vendedor de fruta». «Aparentemente se trató de un ataque terrorista, pero el origen de la explosión aún no está claro», señaló Muhammed y aclaró que «la investigación sigue abierta».
Karachi, la urbe más populosa del país, con 14,9 millones de habitantes, es una de las zonas más violentas del territorio paquistaní, con presencia de grupos extremistas y bandas criminales, aunque la violencia ha disminuido en la ciudad desde 2013.
Pakistán lanzó una operación militar en las zonas tribales del noroeste del país en 2014 en la que han muerto 3.500 presuntos radicales y en 2017 sumó nuevos operativos en otras partes del territorio, según datos del Ejército.