Espectáculos

Dos Papas que se confiesan y liberan todos sus «pecados»


Se estrenó "Los dos Papas", la magistral película del brasileño Fernando Meirelles. Unaclase de teatro por parte de dos grandes actores

Se estrenó «Los dos Papas», la magistral película del brasileño Fernando Meirelles. Una clase de teatro por parte de dos grandes actores

Por Mario Luzuriaga

En los dos últimos años, Hollywood presentó muchas películas biográficas, gracias al furor de «Bohemian Rhapsody», pero esta película no es una más de ese género. Se está frente a una de las mejores del año y viene de la mano de Netflix. Una cinta por demás de humana, pero también crítica de la Iglesia Católica.

Dos religiosos muy diferentes y atormentados por su pasado, uno más que el otro, y eso fue lo que retrató el director brasileño Fernando Meirelles (Ciudad de Dios y El jardinero fiel).

Juan Pablo II fallece y el padre Jorge Bergoglio (Jonathan Pryce) debe viajar al Vaticano para el conclave. Ahí tambíen se encuentra el cura Joseph Ratzinger (Anthony Hopkins), que luego se convierte en el Papa Benedicto XVI. En 2012 estalla un escándalo de corrupción de menores y están implicados allegados a su Santidad, es por esto que Bergoglio es llamado especialmente por Benedicto XVI, para que conduzca el destino de la Iglesia Católica.

Si hay algo para destacar es la valentía que tuvo Meirelles en tratar este tema sin que se oyeran críticas de movimientos conservadores de la Iglesia, Un filme en la que dos hombres logran confesarse mutuamente de sus pecados, demostrando su arrepentimiento y su condición humana.

Las escenas más impactantes e historia clave es la vida de Jorge Bergoglio, en la que se explora su pasa y se focaliza su vinculación con la última dictadura militar, en donde es Juan Minujín (El Marginal y Cien días para enamorarse) quien encarna este período, con una actuación magistral.

Pero sin dudas, los grandes protagonistas son Jonathan Pryce y Anthony Hopkins. Hopkins es un talento ambulante, interpreta a la perfección a este Benedicto XVI, un hombre  que vivió para el estudio y mantener una postura conservadora de la Iglesia. Eso hizo que los fieles no estén contentos con lo que pregonaba el ex Sumo Pontífice.

Quien si está más allá de la perfección es Jonathan Pryce, es Francisco física y espiritualmente. Encarna a este religioso que está a contramano del dogma y defiende su postura con la calidez que lo caracteriza. Pasa por todos los momentos y nunca pasa desapercibido. El momento clave de la historia son las confesiones de ambos y es ahí donde el talento de estos dos actores desborda.

Una de las mejores películas  del año y merece ser premiada en la próxima temporada de Oscars y Golden Globes.

Calificación: Excelente.