Dos médicos del Sanatorio de la Mujer fueron denunciados y condenados a indemnizar con una importante suma económica a la familia de una nena por mala praxis durante el parto.
La niña, hoy de 12 años, sufre «una incapacidad del 100 por ciento, de carácter total y permanente», producto de una actuación médica «negligente» e «imprudente» que hasta incluyó la adulteración de la historia clínica de la mamá, primeriza de por entonces 17 años.
A raíz de ese cuadro, la nena padece «severas secuelas neurológicas y retraso motriz», lo que le impide hablar, caminar y hasta sostener la cabeza, «demanda la atención de numerosos especialistas en distintas disciplinas» y transcurre su vida «en reposo».
Las pericias que se hicieron sobre el estado de Mia contribuyeron a la condena judicial.