Lo confirmó el Dr. José Gutiérrez, jefe de Hemoterapia del Hospital Regional de Río Gallegos. El especialista informó que "de cada diez pacientes recuperados de Covid-19, tres o cuatro no tienen títulos suficientes de anticuerpos para que ese plasma sea de uso terapéutico"
Dos hospitales de Santa Cruz fueron equipados para extraer plasma de uso terapéutico experimental para el coronavirus y el Centro Regional de Hemoterapia de Río Gallegos realizará el primer procedimiento a mediados de este mes, informaron hoy fuentes hospitalarias.
Además del Hospital Regional Río Gallegos (HRRG), el zonal «Pedro Tardivo» de Caleta Olivia, en el norte de Santa Cruz, es el otro hospital equipado con una máquina de aféresis, mientras que el Samic de El Calafate tendrá registro de donantes, aunque para los procedimientos se trasladará el equipo regional.
El jefe del Centro Regional de Hemoterapia, Ricardo Gutiérrez, explicó a Télam que se inició el registro de pacientes recuperados de Covid-19 y su evaluación del cumplimiento de los requisitos médico científicos para donar, que hasta el momento alcanzan «casi una veintena».
El coordinador provincial afirmó que, según el registro iniciado en el HRRG, «el primer procedimiento se podría realizar aproximadamente el 19 de agosto», lo que «puede variar si en estos días se inscribe un paciente recuperado que ya haya desarrollado los anticuerpos y cumpla con los títulos y la serología».
Según explicó, para que el paciente recuperado de Covid-19 sea apto para donar plasma «se cuentan 28 días desde que está asintomático» porque «hay que darle tiempo para que también desarrolle los anticuerpos necesarios para defenderse».
«Luego se toma una muestra para determinar los títulos de anticuerpos y la serología de enfermedades como HIV, hepatitis C, B, sífilis, brucelosis, chagas, lo mismo que con un donante de sangre, para recién ahí poder realizar el procedimiento», dijo.
El especialista informó que «de cada diez pacientes recuperados de Covid-19, tres o cuatro no tienen títulos suficientes de anticuerpos para que ese plasma sea de uso terapéutico».
«Todos los días se recibirán en este centro ocho o diez llamados, de los cuales, después de una serie de preguntas quedan dos, tres, a veces uno, pero de a poco vamos conformando el registro», añadió.
Gutiérrez dijo que «hay otras limitantes, por ejemplo, las mujeres que tuvieron familia o abortos no pueden donar plasma para tratatamiento, porque al dar a luz su sangre se mezcló con la de su hijo, que el organismo desconoce como propia y se defiende desarrollando anticuerpos antileucocitarios».
«Puede llegar a tener títulos de anticuerpos, pero sus anticuerpos antileucocitarios del sistema HLA, el mismo que se utiliza para la compatibilidad de órganos, van a atacar esos glóbulos blancos, los van a romper y van a producir una enfermedad que se llama trali», afirmó.
En ese caso, «el plasma se puede utilizar para hacer inmunoglobulina específica, que se hace en la Universidad Nacional de Córdoba, en su planta de hemoderivados, pero no es conveniente para tratamiento, por los riesgos de trali», indicó.
«Son muchas cuestiones médico científicas a tener en cuenta para evaluar a los potenciales donantes», concluyó