Florencia y Soledad Ríos son dos jóvenes rosarinas que recorren el mundo con su arte. Exportan su trabajo desde Argentina a los distintos puntos del globo. Las hermanas hacen body painting, una actividad no tan popular en el país, pero reconocida a nivel mundial y en la que se han consagrado. CLG dialogó con las mellizas para conocer más sobre su trabajo. Pasaron los últimos meses viajando a diferentes convenciones entre Europa y Asia y consiguieron varios premios. «Representamos a Argentina en 15 países y siempre estuvimos entre los 5 mejores puestos», apuntaron. Entre los galardones que obtuvieron en el recorrido, las hermanas destacaron algunos: «Salimos segundas en Inglaterra, quintas en Francia, cuartas en Ucrania y campeonas elegidas por el público en Alemania». Mientras hablaban con este medio, realizaban una muestra de su trabajo en un modelo alemán que las acompañaba. «Como recorrimos el mundo trajimos una temática viajera», aseguraron. Y en cuanto a la forma de manejarse con los motivos a ilustrar, relataron: «Siempre que tenemos algún evento tenemos una temática y pensamos anteriormente qué queremos que le llegue a la gente». Los pinceles y pinturas, sus herramientas. Utilizan un cuerpo humano como lienzo y expresan a través de él aquello que se propongan. No es una simple imagen. Con su arte cuentan algo, y ellas lo saben. Por eso se toman el trabajo de pensarlo con anterioridad y seleccionar qué es lo que quieren detenidamente. La dupla explicó que su trabajo suele ser «independiente». «Todo lo que crecimos se lo debemos directamente a la gente y a quienes nos dan voz. No es algo muy común hacer body painting o pintar murales», afirmaron. Si bien en Argentina no es una actividad de renombre, otros países lo tienen más incorporado a la cotidianidad. «En Italia todos los meses hay entre dos y tres competencias. Es uno de los países que tiene a los mejores artistas», manifestaron. Florencia y Soledad atravesaron continentes representando a Argentina, pero en muchos casos llegaron a ser las únicas de Latinoamérica. Respecto a esto, dijeron: «Fue muy difícil comunicarnos con el idioma en Rusia o Serbia porque tampoco hablaban inglés. Teníamos que dibujar para hacernos entender». Los desafíos de un viaje y países con culturas totalmente diferentes se les presentaron en más de una ocasión. Y, según aseveraron, lo que más extrañaron fue «el calor de la gente. Allá era todo muy frío». La tarea de las hermanas está lejos de haber terminado. Ya tienen varios planes para el futuro, que incluyen viajes y convenciones. Chile, Brasil, Europa y Asia son los próximos destinos. Y seguramente haya muchos más.
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