Dos de cada diez varones de menos de 20 años consumen drogas para la disfunción sexual con motivos recreativos, a pesar de que es escaso el número de adolescentes que sufre ese tipo de problema.
De acuerdo con un estudio realizado en 2010 por estudiantes de medicina en la Argentina, el 20 por ciento de los jóvenes consumió alguna droga de ese tipo por curiosidad, para saber qué se sentía o solamente por una cuestión lúdica.
Se trata de drogas inhibidoras de la fosnodiesterada 5, como el sildenafil, el tadalafilo o el bardenafil, utilizadas para la disfunción eréctil en adultos.
Al parecer el aumento no tendría que ver con disfunciones de los adolescentes, sino, entre otros factores, por el deseo de «responder en forma inmediata».
«Quieren una respuesta instantánea y obviamente esto no siempre se lleva bien con la parte personal y el erotismo», explicó Edgardo Becher, médico del Servicio de Urología del Hospital de Clínicas.
El médico Adolfo Casabé, encargado del sector de Medicina Sexual Masculina de la División Urología, en el Hospital Durand de la ciudad de Buenos Aires, marcó que «sólo el uno por ciento de las consultas por disfunción eréctil ocurren en menores de 20 años». .
«En cambio el número se eleva a casi el cinco por ciento cuando hablamos de menores de 30 años», añadió el directivo, que también es responsable del estudio, en diálogo con Diario Popular.
De ese acotado universo de jóvenes, la mayoría de las consultas se relacionan a la eyaculación precoz.
El especialista Jonathan Finkelstein, urólogo y andrólogo del Hospital Rivadavia, sostuvo que «son pocos los pacientes adolescentes que tienen difunciones reales por causas orgánicas».
«Por lo general son pacientes que vienen con mitos, leyendas.
No conocen su propio cuerpo ni el de su pareja», expresó el experto, que también puso de relieve el «aumento de la pornografía, que termina generando un condimento en ellos tienen sus experiencias sólo masturbándose».
La utilización de estimulantes en general no traen riesgos para la salud por que son «cardiovascularmente seguros», los problemas pueden ser acarreados con la mezcla con alcohol y drogas ilegales.
Según el médico Casabé, «el 21,5 por ciento de los hombres de entre 18 y 30 años usan este tipo de drogas como una recreación y la mayoría de las veces las asocia con alcohol u otras drogas si control médico».
El jefe de toxicología del Hospital Fernández, Carlos Damín, refirió a «casos de pacientes que han mexclado alcohol, cocaina y sildenafil y otros de éxtasis con sildenafil».
En ese sentido, alertó que «todos los medicamentos que se utilizan para la disfunción eréctil producen vasodilatación, es decir que dilatan las arterias, y eso produce la disminución de la presión arterial. El alcohol también produce esa disminución por lo que en muchos casos la mezcla de estas sustanias puede producir cuadros de hipotensión arterial o síncopes».