Cayeron en una plaza de la Zona Verde. Hasta el momento no se registraron víctimas ni heridos
Cayeron en una plaza de la Zona Verde. Hasta el momento no se registraron víctimas ni heridos
Dos cohetes impactaron hoy cerca de la embajada de Estados Unidos en Bagdad, ubicada en la Zona Verde de la capital iraquí, donde se encuentran gran parte de las delegaciones diplomáticas internacionales y sedes gubernamentales.
Una fuente del Ministerio de Interior iraquí confirmó que dos cohetes de tipo Katyusha impactaron en la madrugada en una plaza de la fortificada Zona Verde, cercana a la embajada estadounidense, sin provocar víctimas ni heridos.
La misma fuente, citada por la agencia de noticias EFE, añadió que las sirenas de la sede diplomática sonaron tras la caída de los misiles, un tipo de ataque muy frecuente en la capital desde que el poderoso general iraní Qasem Soleimaní y el «número dos» de la milicia chiita Multitud Popular Abu Mahdi al Mohandes fueron asesinados el pasado 3 de enero por Estados Unidos en Bagdad.
Ningún grupo reivindicó el ataque, aunque Washington acusa directamente a la milicia Kata’ib Hizbulá, que actúa bajo el paraguas de la Multitud Popular, de llevar a cabo ataques contra posiciones estadounidenses en el país árabe.
El pasado 26 de febrero, Washington sancionó al líder de Kata’ib Hizbulá, Ahmad al Hamidawi, al que acusa de orquestar el ataque de diciembre contra una de las bases militares iraquíes con presencia norteamericana que provocó la muerte de un contratista estadounidenses y causó varios heridos.
En respuesta a ese ataque, tropas norteamericanas atacaron posiciones de Kata’ib Hizbulá, causando 25 muertos en sus filas y, posteriormente, cientos de manifestantes asaltaron la embajada estadounidense en Bagdad, algo de lo que Estados Unidos acusó a Irán.
Esas acciones provocaron una cadena de incidentes que culminaron con el asesinato de Soleimaní y Al Mohandes y la respuesta directa de Irán sobre suelo iraquí.
Los ataques con cohetes en las cercanías de la Embajada estadounidense se intensificaron desde entonces, aunque ninguna de las milicias que prometieron venganza tras la muerte de los dos líderes han reivindicado los ataques hasta el momento.