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«Donamos los órganos de Anto por cómo vivió, y no por cómo murió»


Por Antonella Trivisonno, plantean que el 29 de agosto sea el Día Nacional de la Persona Donante de Órganos. La iniciativa fue apoyada por el diputado nacional Agustín Rossi

En memoria a Antonella Trivisonno, la niña que falleció en un accidente de tránsito hace 20 años y que luego sus padres tuvieron la acción de donar sus órganos, el diputado nacional Agustín Rossi presentó un proyecto de ley que tiene por objetivo declarar el 29 de agosto -fecha del siniestro- como el Día Nacional de la Persona Donante de Órganos.

La iniciativa, que es impulsada a pedido de la familia de la nena rosarina, contó con el apoyo de los legisladores nacionales por Santa Fe: Gisela Scaglia, Lucila de Ponti, Alejandra Rodenas, Marcos Cleri, Josefina González, Silvina Frana, Alejandro Ramos, Albor Cantard, Alejandro Grandinetti, Luis Contigiani, Luciano Laspina y Vanesa Massetani. También, desde el Concejo Municipal adhirieron y pidieron la aprobación de la misma.

Desde hace 20 años, los padres de Antonella -Silvia y Alejandro Trivisonno- llevan adelante una importante campaña de concientización sobre la importancia de donar órganos, los que los valió de reconocimientos y distinciones.

«La primera vez que presentamos el proyecto fue en 2006, con una carta que enviamos al presidente Néstor Kirchner, y él nos derivo al Ministerio de Salud y a la presidencia del Incucai. Pero como había pasado muy poco tiempo del fallecimiento de Antonella, nos dijeron que no era posible y que lo pensáramos para seguir haciendo actividades locales», narró Silvia Trivisonno en diálogo con CLG.

https://twitter.com/RossiAgustinOk/status/1144037445786329089

Este año, como se cumplió el aniversario número 20 del fallecimiento, volvieron a insistir con el tema, pero esta vez a través de Instagram: «Les enviamos una carta a todos los diputados nacionales que representan a Santa Fe, y también a los senadores. Solamente tres nos contestaron, que fueron Gisela Scaglia, Astrid Hummel y Agustín Rossi», amplió la entrevistada.

«El que lo decidió lanzar de un día para el otro fue Agustín Rossi. Lo presentó con el aval del resto de los diputados que representan a la provincia», contó Trivisonno, quien destacó que la idea era que se involucren todos los partidos políticos y no uno solo: «Esto no representa a un partido político ni a una religión, es un mensaje que nos abarca y nos compete a todos».

A pesar de que ya existe un día relacionado con la donación de órganos, que fue puesto como el 30 de mayo, –día en el que nació Dante, el hijo de la primera trasplantada hepática en un efector público- Silvia sostuvo que si bien «no está mal que se lo recuerde», aclaró que «el donante, ya fallecido, fue el último eslabón», y no coincidía con la forma por la cuál la familia Trivisonno decidió donar los órganos de la niña.

«Nosotros donamos los órganos de Antonella por cómo vivió, y no por cómo murió. Lo que para nosotros representa algo grandioso, no es lo poquito que hemos podido hacer en estos 20 años, sino los seis que vivimos con ella. Lo que recibimos por su forma de ser nos sostuvo durante tanto tiempo», declaró la madre.

Y explicó: «La idea es que en el Día del Donante de Órganos se incluya a todos aquellos que transitan por este mundo pensando en el otro y a la vez a todos aquellos que por una cuestión u otra que tiene que ver con la medicina, el cuerpo se desestabilizó a último momento y no llegaron a ser donantes».

El 29 de agosto de 1999 la fatalidad cambió para siempre la vida de la familia Trivisonno cuando Antonella, su hija de 6 años, falleció en un fatal siniestro en la esquina de Ovidio Lagos y Salta. Un año después, aún inmersos en un profundo dolor, pero con la voluntad de que la historia de su hija no se olvide, los Trivisonno comenzaron a contar su experiencia realizando actividades de difusión junto al resto de sus hijos.

Los Trivisonno asistieron a escuelas, clubes, asociaciones, espectáculos artísticos y deportivos. Hasta que la imagen de Antonella y la campaña de su familia en apoyo a la donación de órganos, se hizo una bandera nacional.

En Rosario un espacio público se destinó para reflexionar sobre el acto de donar en Rosario y a partir de un proyecto presentado al Concejo Municipal en 2002 nació la Plaza de la Donación, como así también se bautizó Antonella Trivisonno a la Unidad de Procuración y Trasplante del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.

Rossi planteó en el proyecto que cuando ocurrió el deceso de la niña, la legislación, la información y las campañas sobre la donación de órganos no tenían los avances que tienen actualmente, por lo que la decisión de los padres «son dignas de recordar y conmemorar».

«La vida de Antonella había sido esto, no darle al otro lo que a ella le sobraba, sino lo que el otro necesitaba. Ella ayudaba al padre con lo que necesitaba o se iba a su taller, o como yo vivía cocinando, me secaba los platos y me alcanzaba cosas de la cocina. Al mismo tiempo, con el varón jugaba a la pelota y con la nena a la maestra. Y al bebé de 9 meses le daba la mamadera. Ella era la que se metía en la vida del otro para mejorarle ese día. Y desde ese lugar queremos promulgar esta iniciativa», puntualizó Silvia.

«Muchas veces nosotros teníamos problemas, y otras nos hacíamos problemas, entonces si hoy podés volver a tu casa, abrazar a tu familia, a tus amigos, hablar con ellos, tener un rato, y ser feliz, hacelo, porque eso mejora tu calidad hoy y mañana vas a estar mejor, no porque mañana capaz no estés, sino porque vas a seguir estando», amplió Trivisonno, y destacó que «ese es el resumen de estos 20 años: todos podemos salvar vidas y todos podemos ser salvados, independientemente de quien nos done o a quién le donemos».

En cuanto a los avances que han percibido en todo el camino que han trazado, señaló que cuando comenzaron con las campañas prácticamente no se hablaba del tema y «había muchísimo miedo». «Era todo en contra y tampoco existían las redes sociales para difundir. Nos parábamos en la esquina de Ovidio Lagos y Salta y hacíamos imprimir mil volantes porque era lo que nos alcanzaba. Pasar de eso a hoy que podés apretar un botón y que te lean 500 personas, realmente cambia las cosas».

«De todas maneras, hay algo en el ser humano que cuesta, y es no ponerse en el lugar del otro. Nadie quiere detenerse a hablar de la muerte y de las enfermedades. Hasta los 30 años la mayoría te dicen ‘sí, yo dono’, después de los 75 también, pero entre esas edades cuesta muchísimo que te escuchen, al menos en Rosario», detalló Silvia. Por eso, insistió con que «hay que seguir hablando del tema, involucrase y difundir todo lo que sea relacionado con la donación». Además, destacó el cambio de política gubernamental con respecto a la temática a partir de la creación de hospitales donantes y del mayor acompañamiento a las familias.

«Pudimos vivir esos seis años con Antonella de una manera espléndida, y eso es lo que nos ayudó a poder donar los órganos, y nadie me avisó a mí que la disfrute porque a lo mejor al otro día no la tenía. La idea es esa, que uno pueda disfrutar y ser feliz hoy porque vale la pena, nos lo merecemos y es nuestro derecho. Nos tenemos que dar esa oportunidad, pase lo que me pase», concluyó.