Política y Economía

Domínguez: los incendios en Corrientes causarán «un trastorno en toda la ganadería argentina»


El titular de la cartera aseguró que en el corto plazo no va a haber un aumento del precio de la carne y que "por el contrario" el precio incluso podría bajar

Los incendios en Corrientes y provincias aledañas van a causar en el largo plazo «un trastorno en toda la ganadería argentina», ya que «el 35% de las cabezas de ganado del país está en zonas afectadas por sequías severas», advirtió hoy el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez.

El titular de la cartera aseguró que en el corto plazo no va a haber un aumento del precio de la carne y que «por el contrario» el precio incluso podría bajar porque «va a haber una liquidación de stock en lo inmediato», pero que el 2023 «vamos a sentirlo más», una vez que impacten de lleno las consecuencias de la pérdida de ganado y pasturas.

En declaraciones a Radio 10, Domínguez señaló que, además del territorio correntino, también están afectados «el norte de Entre Ríos, el sur de Misiones y el oeste de Formosa y Chaco», en un área que concentra «18 millones de cabezas de ganado, el 35% del total del país».

En consecuencia, lo que pase con la ganadería correntina «pasa a ser un tema nacional» ya que el stock ganadero «se va a comprometer» de manera adicional al «millón y medio de cabezas» por debajo del nivel esperado que, sostuvo, «recibió el Gobierno» al asumir en diciembre de 2019.

El funcionario señaló que Corrientes «tiene algunos sistemas productivos muy propios», como el forestal, el cítrico o el yerbatero, pero que es el de la ganadería «el más distintivo», debido a que es la segunda provincia de la Argentina en cuanto a la cantidad de cabezas de ganado.

Al respecto, subrayó que «en Corrientes está la fábrica de terneros», razón por la que los incendios en la provincia «son un desastre» no sólo en lo ambiental sino por sus consecuencias en la producción ganadera.

En cuanto a las medidas del Gobierno nacional para hacer frente a la situación, indicó que «hace cuatro semanas que estamos trabajando con la provincia, a la que le hemos pedido las declaraciones de emergencia y desastre» agropecuario, un paso previo necesario para una declaración similar en el orden nacional.

El procedimiento habitual en estos casos es que, una vez que la provincia decreta las declaraciones, las presenta a consideración de la Comisión Nacional de Emergencia y Desastre Agropecuario, que hace su recomendación al Ministerio de Agricultura para que haga lo propio a escala nacional.

La emergencia implica una postergación del pago de impuestos y el desastre su eximición.

«Estamos trabajando en un plan de contención en lo inmediato, para que los productores puedan seguir produciendo en el mediano y largo plazo» una vez que se sofoquen los incendios, precisó.

En ese sentido, indicó que se definieron «tres líneas de financiamiento en lo inmediato», una de $200 millones para los productores no bancarizados, otra a tasa cero con garantía del Fogar y una tercera del Banco Nación al 7 por ciento.

Por otra parte, la delegación Mercedes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) «está gestionando un plan estratégico de recuperación de la ganadería», señaló, además de informar que, en materia sanitaria, «se ha permitido el traslado de hacienda a otras provincias».

Domínguez lamentó el agravamiento de la situación y dijo al respecto que lo que presenció hace tres semanas «no tiene nada que ver con lo que vimos ahora, con una situación que se deteriora y genera estragos en el conjunto de la población, en los campos y en los animales».

«Es un escenario muy difícil de imaginar si uno no tiene una relación directa con los acontecimientos», acotó.