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Buenos Aires

Docentes denunciados por acoso en el Nacional pidieron el traslado


El rector del Colegio Nacional Buenos Aires, Gustavo Zorzoli, anunció este lunes que los docentes acusados de haber acosado a alumnas de la institución pidieron su traslado a otros destinos dentro de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Zorzoli brindó esa información a través de una carta de cinco párrafos enviada por correo electrónico a los padres de los alumnos de esa institución.

El escándalo se desató el último jueves cuando un grupo de ex alumnas denunciaron a varios docentes y personal del colegio de haberlas acosado y maltratado, al hablar durante el acto de entrega de diplomas en el Aula Magna del Colegio.

“Les informamos que ayer, tanto el regente de Estudios como el Regente General y hoy, el Regente del Turno mañana y el subjefe del Departamento de Matemática, han solicitado su traslado a otra dependencia de la Universidad de Buenos Aires a efectos de facilitar la investigación en curso”, dice el texto fechado este lunes.

La UBA anunció ayer que comenzaría a «tramitar las denuncias formuladas y en caso de corresponder, iniciar las actuaciones sumariales» a las autoridades y docentes denunciados.

El jueves, durante el acto de entrega de diplomas, un grupo de chicas denunció que el acoso y el maltrato eran algo habitual. Las jóvenes mencionaron con nombre y apellido a quienes acusaron y hablaron de manoseos y proposiciones sexuales, situaciones habrían comenzado cuando ellas tenían entre 13 y 15 años.

“Ya no les tenemos miedo a sus sanciones ¿Qué piensan cuando se jactan de la supuesta excelencia que corre por estos claustros?”, sostuvo una de las egresadas al leer el documento que elaboró un grupo de alumnas.

“¿La violencia institucional también es uno de los pilares sobre los que se asienta el prestigio que reviste a esta aula magna? Es evidente que no tienen una respuesta a estas preguntas porque nunca quisieron planteárselas. Hacerlo implica cuestionar sus lugares de poder y aceptar sus falencias como educadores. No habernos escuchado fue una decisión política que hoy ya no pueden tomar”, expresaron.

Con un pañuelo verde en su muñeca, la joven continuó: “No vamos a tolerar que naturalicen sus prácticas violentas ni que sean cómplices por omisión de aquellos que las llevan a cabo. No vamos a tolerar que cuestionen nuestro modo de vestir, que nos humillen y expongan, que desoigan y minimicen nuestros reclamos”.