Fue en Salta, donde el sentenciado violó a una adolescente, quien tuvo un bebé producto de los ultrajes
Un docente de una iglesia evangélica fue condenado a ocho años de prisión efectiva en Salta por el abuso sexual de una adolescente que tuvo un bebé producto de esos ultrajes.
Fuentes del Ministerio Público de Salta informaron hoy que el vocal de la Sala I del Tribunal de Juicio, Federico Javier Armiñana Dohorman, sentenció a Mario Alejandro Domínguez a esa pena por el delito de abuso sexual con acceso carnal continuado en perjuicio de una menor.
El fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de debate.
Durante la etapa investigativa, el fiscal sostuvo que la conducta del imputado fue establecida, en primer lugar, a través de la denuncia de la madre de la víctima, radicada en marzo de 2019, luego de tomar conocimiento de que su hija de 16 años cursaba un embarazo que sería producto de un abuso por parte del acusado.
La denunciante manifestó que el imputado se desempeñaba como profesor en la iglesia evangélica a la que solían concurrir, donde leía la Biblia, tomaba asistencia y era miembro activo de la comunidad.
Los abusos impartidos por el acusado sucedieron en reiteradas ocasiones y la primera vez ocurrió cuando la víctima tenía 15 años, luego de que el imputado la llevara a un baldío, donde la tiró al suelo y abusó de ella.
Asimismo, relató que, en otras ocasiones, el acusado la esperaba en la puerta del colegio al que asistía la víctima y la llevaba a la casa de su tía, donde la violaba, mientras que, en otras oportunidades, los ultrajes ocurrieron en una casa del centro de la ciudad de Salta.
Durante el juicio, el fiscal también destacó que, a raíz de las amenazas que sufría, la damnificada decidió irse a Perú, para escapar del ahora condenado.
Finalmente, González Miralpeix indicó que las circunstancias fueron acreditadas con la evidencia irrefutable del informe de ADN del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), que arrojó como resultado el vínculo biológico entre el acusado y el hijo de la víctima.
En el mismo fallo, el magistrado ordenó que el imputado continúe alojado en la cárcel penitenciaria local y que se le practique un examen médico y la extracción de material genético para su inscripción en los registros correspondientes, concluyeron los voceros.