El apoyo a la monarquía británica registra en la actualidad su porcentaje más bajo entre los ciudadanos escoceses. El 41% se muestra a favor de esa institución, en contraste con lo que ocurre en Inglaterra, donde el 55% de los ciudadanos la apoyan, reveló una encuesta publicada.
El sondeo, elaborado por la empresa demoscópica Delta Poll, se publica dos días después de que el príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II, contrajera matrimonio con la estadounidense Meghan Markle en la localidad de Windsor, al oeste de Londres, hasta donde se desplazaron más de 100.000 personas.
Según los resultados del estudio, realizado para el instituto de centroderecha Policy Exchange, el 28% en Escocia se opone «activamente» a la continuación de la monarquía al frente de la jefatura del Estado, mientras el resto rehusó posicionarse. Solo un 14% de ingleses se declara contrario a la institución que encabeza Isabel II. En la región de Gales, el apoyo a la monarquía es del 49% y en Irlanda del Norte alcanza el 52%.
La encuesta se realizó entre una muestra de más de 500 personas de cada una de las naciones que integran el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) del 15 al 17 de mayo. Escocia fue además la única parte del país donde la mayoría respondió que no ve a la monarquía como un factor que pueda actuar como fuerza unificadora después del Brexit.
El diputado conservador Murdo Fraser sostuvo que la encuesta «muestra que hay un apoyo sustancial de la monarquía en Escocia», en contra «de las afirmaciones que se hacen en algunos sectores». «El beneficio de tener una monarquía constitucional, a diferencia de un político electo como jefe de Estado, todavía es ampliamente reconocido», indicó.
El coordinador del Partido Verde de Escocia, Patrick Harvie, opinó que la monarquía «sirve solo como una distracción de los asuntos importantes» y como «recordatorio» de la «desigualdad social en la que se basa el sistema de clases del Reino Unido». «Teniendo en cuenta los desafíos que debemos afrontar en nuestra sociedad, incluidas las desigualdades en ingresos, sanidad y educación, no sorprende que los escoceses sean los menos propensos a apoyar el anacronismo que representa la monarquía», señaló.