El cambio de paradigma "pone el foco en la persona como sujeto de derecho a una educación inclusiva o a una vida autónoma", afirmó el director de la Andis
El proyecto de ley de discapacidad que enviará el Poder Ejecutivo al Congreso, que reemplazará a la norma vigente desde la última dictadura cívico militar, tiene como eje principal la consideración de la persona como sujeto de derecho y no como sujeto de cuidado y fue tomado «de los principales modelos de discapacidad que hay en el mundo».
Así lo afirmó en diálogo con Télam Fernando Galarraga, director de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), quien destacó que el nuevo proyecto significa un cambio de paradigma porque «pone el foco en la persona como sujeto de derecho a una educación inclusiva o a una vida autónoma», conceptos que «son violados permanentemente en la actualidad».
«Este año, después de recoger las sugerencias de todos los sectores, enviaremos el proyecto de ley para proteger los derechos de las personas con discapacidad, para tener una Argentina justa e inclusiva. Y para que el marco normativo sobre discapacidad sea fruto de nuestra democracia», anunció el presidente Alberto Fernández en la apertura de la Asamblea Legislativa el martes pasado.
-Télam: ¿Qué es lo que viene a cambiar este proyecto de ley?
-Fernando Galarraga: Básicamente plasma un nuevo modelo que esta vigente hoy en todo el mundo y que fue ratificado por la Argentina con la Convención de los Derechos por la Discapacidad en el 2008 y adquirió rango constitucional en el 2014, y que pone foco en la persona, ver a la persona como sujeto de derechos y no de cuidados permanentes, tal como establece la actual ley 22.431, de Sistema de Protección Integral de los Discapacitados, sancionada y promulgada en 1981, durante la última dictadura cívico-militar.
-T: En este cambio de concepción, ¿qué derechos se plasmarían en el proyecto?
-FG: Principalmente el derecho al trabajo, a una educación inclusiva, a la eliminación de barreras edilicias y a una vida autónoma. Estos son derechos que tienen todos y todas, pero en el caso de las personas con discapacidad son violados sistemáticamente por la mirada sobreprotectora y paternalista que existe en la sociedad sobre este colectivo.
-T: A partir de la sanción de esta ley, ¿qué cambios hay que empezar a implementar para alcanzar este objetivo?
-FG: Hay que hacer muchas cosas en diferentes campos, como elaborar y promover cupos laborales e incentivos tanto en el ámbito público como en el privado, ya que hoy existe solo en el público. En educación avanzar en la reforma del sistema hacia una educación inclusiva, ya que hoy conviven una educación común con una educación especial en forma paralela.
-T: ¿Qué es lo que implicaría esta reforma del sistema educativo hacia un modelo más inclusivo?
-FG: Implica una transformación muy grande, no sólo en lo edilicio, eliminar barreras en el entorno es importante pero también los prejuicios y los estigmas en educación que están muy arraigados aún, ya que es transversal a toda la sociedad. Si vos ves a la persona con discapacidad a la que hay que cuidar siempre y asocias discapacidad con enfermedad, es lógico que no les des trabajo. Por eso ocho de cada diez personas con discapacidad en la Argentina están desocupadas.
-T: En el transporte, ¿cuáles serían los principales cambios para que las personas con discapacidad tengan los mismos derechos?
-FG: Hay que trabajar en obras de mejora en las estaciones y formar a los trabajadoras del transporte en atención de personas con discapacidad. Promover sistemas de compra de pasajes o retiro en plataformas accesibles. En Aerolíneas hay que mejorar el sistema porque a veces no es solo la rampa o el protocolo, también es como te va tratar la persona que te va a atender y brindar un servicio. La discapacidad es un tema que no se habla, esa invisibilidad genera un estigma que a la hora de la interacción provoca discriminación y malos tratos.
-T: ¿Qué se está haciendo desde la Andis para impulsar la no discriminación y estigmatización de la persona con discapacidad?
-FG: Lo que la Agencia hace es llevar a la discapacidad como tema a las provincias, a los municipios, difundir los protocolos con los medios de comunicación para que se hable correctamente de este tema. Todo tiene que ver con esta transformación cultural que es indispensable promover con fuerza ya que existen muchas leyes a favor de las personas con discapacidad, pero no se cumplen y en la práctica cotidiana de la gente se sigue discriminando e invisibilizando. Este proyecto, de ser aprobado, sería un gran paso, pero eso no implica que ya se alcanzó la meta.
-T: ¿En educación el modelo sería un sistema integrador?
-FG: No, queremos una educación inclusiva, no integradora. La diferencia parece muy pequeña, pero es muy significativa, Si una persona con discapacidad se integra a un sistema que ya está, el esfuerzo lo hace esa persona, el esfuerzo para llegar a los materiales. para leer los gráficos, todo eso corre por cuenta del estudiante y su familia con el apoyo de los compañeros y docentes que tienen ganas de colaborar. La educación inclusiva es transformar todo ese sistema para recibir a la diversidad, ya que la discapacidad es parte de esa diversidad.
-T: ¿Hay algún registro de como son las trayectorias educativas de las personas con discapacidad?
-FG: Existen unas 200.000 personas con discapacidad que están en el sistema educativo en todos los niveles, aunque no hay registros específicos sobre las trayectorias, es decir saber si pueden terminar el nivel primario o secundario. Lo que sí sabemos es que faltan oportunidades para llegar a la universidad. A este nivel educativo le falta deconstruirse y adaptarse a los nuevos tiempos, falta investigación sobre estos temas e insumos para planificar, porque la discapacidad es un subtema en materia de investigaciones en la Argentina.
-T: ¿Cuál es el último registro de personas con discapacidad que hay en la Argentina?
-FG: De acuerdo a los Certificados Únicos de Discapacidad que entregamos, estamos en el orden de 1,5 millones, aunque las proyecciones hablan de entre 4 y 5 millones.
-T: Uno de los puntos fuertes a debatir en el proyecto será sin dudas el cupo laboral. ¿Cómo cree que se zanjará este debate?
-FG: Lo que aparecerá en el debate es el cupo laboral para el sector privado. Esto es algo que estaba en la ley anterior, sancionada en 1974, y que derogó la dictadura en 1981. Será un debate interesante, desde muchos sectores se alienta a generar otra vez un cupo laboral en el ámbito privado y promover acciones directas de seguimiento y monitoreo, hay que avanzar en una ley con cupo para el ámbito privado ya que existen otras experiencias como en Uruguay que lo incluyen y están funcionando muy bien. Además hay que traer esas experiencias y la de nuestro espacio político que en su momento lo implementó.
(Por Claudio Campanari – Télam)