Dinamarca se convirtió este domingo por primera vez en campeón del mundo de handball masculino al aplastar a Noruega por 31-22, en la final disputada ante su público en la ciudad de Herning.
Los daneses ganaron sus diez partidos siempre al menos con tres goles de ventaja. Su victoria más llamativa fue contra Francia, ganadora de los dos Mundiales anteriores, en semifinales, por 38 a 30.
Este Mundial fue la segunda etapa del traspaso de poderes entre Dinamarca y Francia, dos años y medio después de la victoria de los escandinavos contra los galos en la final de los Juegos de Rio. Campeones de Europa en 2008 y en 2012 y olímpicos en 2016, los daneses completan de esta forma su palmarés.
Dinamarca será ahora la gran favorita para el oro en los Juegos de Tokio, para los que son los primeros clasificados (después del país organizador) gracias a este título mundial.
El jugador del París SG, Mikkel Hansen, fue de nuevo decisivo con siete goles marcados (dos de ellos de penalti). El jugador de la cinta en la cabeza fue el máximo goleador del torneo con 72 tantos.
En la final, la estrella noruega Sander Sagosen, otro jugador del PSG, pasó casi desapercibido (3 tantos en 9 disparos). Antes de la final, Francia se hizo con el tercer puesto al derrotar a Alemania por 26-25.