Policiales

Dictan prisión preventiva del acusado de asesinar a la niña Camila Borda en Junín


La Justicia de Junín dictó prisión preventiva a José Carlos Varela por el homicidio doblemente agravado de Camila Borda, la niña de 11 años que fue hallada estrangulada y violada en la bañadera de una casaquinta de esa ciudad bonaerense el 25 de febrero último, informaron hoy fuente judiciales.

La medida fue tomada por la jueza de Garantías 3 de Junín, María Laura Durante, a pedido del fiscal de Instrucción de ese distrito Sergio Terrón, quien el pasado viernes le requirió la prisión preventiva de Varela por el delito de homicidio criminis causa (en este caso cometido para ocultar la violación) agravado por ensañamiento y alevosía.

Durante dio por acreditada la existencia del delito, analizó la declaración indagatoria del acusado, los elementos de prueba reunidos y los testimonios recabados, tras lo cual dispuso que Varela continúe preso hasta el juicio oral.

El acusado permanece detenido en la Unidad Penal 3 de San Nicolás, donde ayer comenzó a ser sometido a los estudios psicológicos y psiquiátricos de rigor.

En su indagatoria, Varela admitió haber estado con la niña el día del crimen, aunque dijo no recordar lo sucedido luego, lo que el fiscal consideró una «amnesia selectiva y mentirosa».

Ahora, los peritos -como es de rigor en estos casos-, analizan el estado mental del acusado.

Voceros vinculados a la causa dijeron a Télam que Varela es «reticente, como un muro, no habla» y que se trata de una persona «sumida en el ostracismo y la soledad», sin parejas conocidas ni hijos.

«Él se había mudado a vivir a esa casa (donde se cometió el crimen) hacía cuatro meses para trabajar como cuidador. Tenía sólo un bolsito y un colchón. Es una persona muy particular, sin antecedentes, sin vida social conocida, solitario, como una bomba de tiempo», dijo a Télam una fuente con acceso al expediente.

Uno de los temas que sigue de cerca el fiscal Terrón es la relación que Varela pudo haber mantenido con otras menores de edad mediante las redes sociales, por lo que ordenó peritajes en su teléfono celular y en una tablet hallada en su poder.

Por el momento, los pesquisas hallaron tres perfiles de Facebook a nombre del ahora detenido, en los cuales tiene numerosas fotos de niños y más de 1.600 contactos, la mayoría adolescentes.

También se aguardan los resultados de estudios complementaros de la autopsia, como los análisis toxicológicos a las muestras tomadas del cuerpo de Camila, para saber si fue obligada a a ingerir alguna sustancia para reducirla.

La hipótesis del Ministerio Público Fiscal, avalada ahora por la jueza Durán, es que Varela es el único autor del homicidio de Camila, cometido el 25 de febrero en la casaquinta situada en Arias 1559 del barrio Ricardo Rojas.

La niña, quien vivía con su familia a metros de la casa que habitaba el acusado, desapareció cuando fue en su bicicleta a comprar algo al kiosco de la esquina.

Dado que no regresaba, su madre concurrió a la comisaría 1ra. de Junín para realizar la denuncia por averiguación de paradero, por lo que inmediatamente la Policía montó un operativo en la zona para ubicarla y se entrevistó con el cuidador de la quinta.

Al requisar la casa, los efectivos y un grupo de vecinos encontraron a la niña muerta adentro de la bañera.

De acuerdo al informe de la autopsia, realizada en el Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses Norte, «la muerte de la víctima ha sido tras un paro cardiocirculatorio traumático secundario a asfixia mecánica tras estrangulación por lazo».

Los forenses también constataron «lesiones a nivel de ano y vagina, compatibles con un abuso sexual».