Mundo

Díaz-Canel y Raúl Castro encabezan en Cuba un masivo acto por el Día del Trabajador


El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y el jefe del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, lideraron hoy un multitudinario acto en La Habana por el Día del Trabajador, en la primera aparición conjunta de ambos dirigentes desde que el primero fue electo para encabezar el gobierno.
Unas 900.000 personas, según cifras oficiales, participaron de un gran desfile que recorrió la capital y que terminó frente a la Plaza de la Revolución, donde Díaz-Canel y Castro presidieron un acto central marcado por el respaldo al nuevo mandatario y la exaltación del legado revolucionario.

Con camisa blanca, una gorra con los colores de la enseña nacional y agitando una pequeña bandera cubana en la mano, Díaz-Canel siguió el desfile de dos horas de duración junto a Castro, vestido de uniforme militar y con gorro de «guajiro» (campesino), una estampa con un claro mensaje: continuidad.
La celebración, una de las más multitudinarias que tienen lugar en Cuba cada año, arrancó temprano a la mañana para evitar las horas de mayor impacto del intenso sol caribeño.
Siguiendo la pauta marcada por su antecesor en la última década, el nuevo gobernante, que asumió el cargo el pasado 19 de abril, no habló y cedió el protagonismo verbal al máximo líder sindical del país, Ulises Guilarte, secretario de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el único sindicato permitido.

El fallecido expresidente Fidel Castro sí solía pronunciar uno de sus célebres y largos discursos cada 1 de Mayo, y fue precisamente en esta fecha en el año 2000, seis años antes de enfermar y retirarse, cuando expuso el famoso «concepto de Revolución» que hoy tiene en la isla categoría de evangelio.
Hoy, Guilarte subrayó que «existen sobradas razones y argumentos para convertir este Día Internacional de los Trabajadores en una nueva demostración de apoyo a la Revolución, a Raúl y a la nueva dirección del Estado y del Gobierno», informó la agencia de noticias EFE.
El líder de la CTC mencionó la «estratégica batalla en el terreno económico» y apeló al «aporte» de los trabajadores de los sectores estatal y privado para aumentar la producción, las importaciones «y mejorar la calidad de vida de la población».

El aumento de los salarios estatales es uno de los principales retos del gobierno cubano, ya que en la actualidad el sueldo medio no llega a los 30 dólares.
Además, insistió en el respaldo de los trabajadores a la actualización del modelo económico y social de la isla impulsado por Raúl Castro, condenó el «orden económico internacional injusto y desigual, donde la ofensiva imperialista y neoliberal prosigue su impacto» y denunció el retroceso de los derechos laborales y aumento del desempleo.
Guilarte también reclamó el fin del embargo que Estados Unidos mantiene sobre Cuba, reclamó la devolución del terreno de la base naval de Guantánamo y se solidarizó con los gobiernos de Venezuela y Nicaragua, así como con el expresidente brasileño Luiz Inasio Lula Da Silva, en la cárcel por delitos de corrupción.
Tras el discurso comenzó el desfile, ambientado por miles de banderas, globos y en el que los ritmos caribeños y «reguetoneros» que se dispersaban desde los altavoces sustituyeron a las canciones de la nueva trova cubana que acompañaron esta marcha popular en décadas anteriores.

La emblemática Plaza de la Revolución estuvo engalanada con grandes carteles y pancartas en sus principales edificios, como la la Biblioteca Nacional, con fotografías de los próceres patrios Carlos Manuel de Céspedes y José Martí, junto a otras de Fidel Castro.
En el resto de la isla los cubanos también salieron a la calle, con desfiles en las principales ciudades, como la oriental Santiago de Cuba, con el segundo acto más concurrido tras el de La Habana, o la central Villa Clara, donde 130.000 personas recordaron al guerrillero Ernesto «Ché» Guevara, enterrado allí.
Según los medios oficiales, a nivel nacional se esperaba la participación de 6 millones de personas, lo que supone más de la mitad de la población del país.