Por Alan González Figueroa. Coordinador funcional y programático de FAO en Argentina
El cambio climático es mucho más que dos palabras de moda que todos repetimos; es real y está asociado directamente a la actividad humana sobre la tierra. Para atender esta problemática se necesita de la colaboración de todas y todos, y no solo de los jóvenes, que son quienes heredarán de modo directo las crisis climáticas a las que se enfrenta nuestro planeta.
La degradación de los ecosistemas, la deforestación, el hambre y la malnutrición, la escasez de agua, el acceso a la energía y la salud tienen un presente y futuro complicado a menos que adoptemos medidas de inmediato.
Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente y la consigna «Una sola Tierra» a la que convoca la fecha pide cambios profundos en las políticas, en nuestros hábitos y en nuestras decisiones para alcanzar producciones y vidas más sustentables y armónicas con el entorno natural.
Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el aumento global de la temperatura necesita limitarse a no más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, tal como se exigió en el Acuerdo de París firmado por 195 países, por lo que es necesario gestionar la transición hacia una economía baja en carbono, que las emisiones anuales se reduzcan a la mitad para 2030 y que se alcance el cero neto hacia 2050.
Prevenir la degradación de los suelos y los bosques, así como promover su preservación, son soluciones clave para capturar y almacenar carbono climático, dado que ambos constituyen los mayores reservorios terrestres. También brindan numerosos servicios ecosistémicos y constituyen hábitat para la biodiversidad.
Al firmar el Acuerdo de París, y suscribir y ratificar los acuerdos derivados de convenciones como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (https://unfccc.int/es), Argentina asumió un compromiso significativo en la agenda de cambio climático. Cada cinco años, todos los países firmantes del Acuerdo realizan un plan nacional actualizado de acción climática que se conoce como Contribución Determinada a Nivel Nacional (CDN). Además, se elabora una Estrategia a Largo Plazo a 2050 y un Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático.
El área de Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Argentina tiene varios proyectos en curso a través del trabajo conjunto con el gobierno nacional, gobiernos provinciales y municipales, organismos descentralizados y diversas organizaciones de la sociedad civil, en temas como la seguridad alimentaria, la protección del ambiente, la gestión sustentable de los recursos naturales, y el fortalecimiento y arraigo a la agricultura familiar.
Una de las iniciativas más importantes donde la FAO presta colaboración técnica es en el Proyecto de Pagos Basados en Resultados de REDD+ por reducciones en deforestación en el período de resultados 2014-2016, al cual se adhirieron las 23 provincias argentinas. El proyecto durará 6 años, es liderado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación (MAyDS) y cuenta con el financiamiento del Fondo Verde para el Clima, que entregó al país fondos no reembolsables por 82 millones de dólares.
Este es el primer proyecto aprobado por el Fondo Verde para el Clima para Argentina en el sector de uso de la tierra, que busca gestionar de modo sostenible los bosques nativos argentinos y fortalecer las comunidades que los habitan, aumentar las reservas de carbono y reducir las emisiones derivadas de la deforestación y degradación forestal.
Otro proyecto coordinado a nivel nacional por el MAyDS, que contó con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y con la asistencia de la FAO como agencia de implementación, es el de la implementación de una Estrategia Nacional de Especies Exóticas Invasoras (ENEEI), el cual está pronto a concluir luego de 7 años de trabajo.
Con este proyecto se buscan ajustar políticas públicas destinadas a enfrentar el problema de las invasiones biológicas y su impacto sobre la biodiversidad, los servicios ecosistémicos, la salud, los valores culturales, la economía nacional y las economías regionales. Además, se publicó una lista de Especies Exóticas Invasoras, cuyo objetivo central es evitar que estas especies ingresen y se trasladen entre jurisdicciones, además de promover acciones de contención, prevención, detección temprana, control y erradicación.
«Así son los suelos de mi país» es otro proyecto en que la FAO presta colaboración técnica. Liderado por los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), está dirigido a estudiantes de escuelas primarias y secundarias, con el propósito de realizar trabajos de investigación y vinculación con el medio que tengan en cuenta los recursos naturales y su relación con la producción agropecuaria y el ambiente.
La sostenibilidad es transversal a todas las escalas de decisión, por lo que las personas y la sociedad civil tienen un rol importante en la defensa, sensibilización y participación en los procesos de elaboración de políticas ambientales, así como también en la exigencia por que los gobiernos, las empresas y otras organizaciones brinden opciones sostenibles que se encuentren visiblemente disponibles y asequibles.
Redoblemos esfuerzos y avancemos hacia una forma de vivir sostenible y en armonía con la naturaleza. Nosotros la necesitamos y ella también.