El asma es una enfermedad crónica frecuente, que disminuye la calidad de vida de quienes la padecen e incluso puede causar la muerte. Según el último consenso del Ministerio de salud de la Nación, en Argentina casi el 6% de la población, es decir 900.000 personas, se ven afectadas por esta patología.
«Para controlarla, es clave tener un buen diagnóstico que garantice un tratamiento adecuado para cada paciente y, una buena educación acerca de la enfermedad», destaca un informe de la Clínica Zabala con el asesoramiento del Dr. Daniel Pascansky, Jefe de Neumonología, en ocasión del Día Mundial de la Lucha contra ese mal.
Es una enfermedad que afecta a personas de todas las edades, aunque tiene mayor incidencia en los niños. Si bien sus síntomas y frecuencia varían, suele aparecer en diferentes momentos de la vida, por lo que comúnmente los pacientes con asma registran una calidad de vida reducida. Por ese motivo, es considerada una de las principales causas de ausentismo laboral y escolar.
Las características más recurrentes son: tos, falta de aire, opresión torácica, disnea con el ejercicio y a veces, despertares nocturnos a causa de la dificultad para respirar.
«La sospecha y el buen diagnóstico nos permiten plantear una mejor estrategia de tratamiento. Además de estar atentos a los síntomas que se padece, es importante tener en cuenta los antecedentes familiares de asma y la exposición a alérgenos, que también puede ser una causa que desencadene esta enfermedad», destacan desde el mencionado centro de salud, según publicó BAE Negocios.