CLG dialogó con Fabián Martín, un apicultor de la zona que remarcó la labor de estos pequeños insectos, vinculados solamente a la producción de la miel, pero de suma importancia para todo el ecosistema
En octubre de 2017, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas con el objetivo de promover acciones que protejan y ayuden a los polinizadores y sus hábitats.
«Si no existieran las abejas, corre peligro la supervivencia humana», advirtió Fabián Martín, apicultor de la zona desde hace 18 años y que en diálogo con CLG dio precisiones sobre la importancia de estos pequeños insectos. «Como apicultores sabemos la importancia que tienen a nivel del ecosistema, pero es una información que no está muy difundida entre la gente», agregó.
«Por ejemplo, muchas de las hortalizas se producen gracias a la polinización que hacen las abejas», comentó Martín, quien tiene a su cuidado colmenas en los departamentos provinciales de Caseros, General López y Villa Constitución desde hace más de una década.
«La abeja se atiende todo el año», aseguró y detalló: «En nuestra zona, las abejas producen miel desde mitad de noviembre hasta finales de febrero y principios de marzo. Esa es la época de cosecha de la miel. Pero una vez cosechada, en marzo, es necesario nutrirlas, revisarlas, combatir las plagas y demás. Por eso, con los permisos correspondientes estamos yendo al campo todo el tiempo porque es un animal de mucho cuidado».
Respecto a la realidad de su sector productivo, Martín comentó: «Hace treinta años atrás, en estas zonas podíamos encontrar una producción de 60 kilos de miel por colmena. Actualmente, la producción es de alrededor de unos 30 kilos». ¿Por qué? «En los últimos años el problema en esta zona son las lluvias».
«Para multiplicar colmenas se debe hacer a finales de septiembre, pero si en el medio no llueve entonces no hay floración y no se produce el néctar y la multiplicación de la colmena se frena», explicó el apicultor.
«Existen nombres para las reinas. Están las italianas, las cárnicas, italianas cárnicas y buckfast. De acuerdo a la zona, es la reina la que se debe utilizar. Por ejemplo, en la pampa húmeda se utilizan principalmente las italianas», dijo Martín y agrego: «Otra cuestión es que se va mejorando la genética para que las abejas sean cada vez más mansas».
Finalmente, Martín compartió un fenómeno que se produjo en los último años con respecto al consumo de miel en nuestro país: «Hasta hace unos cincos años, se exportaba entre el 90 y el 92% de la producción nacional de miel. Hoy en día, es mucho menos porque el consumo interno de miel ha crecido mucho».
«Lo que la abeja produce es totalmente natural. Con sus glándulas retira el néctar de las flores, lo procesa y nosotros, cuando esa miel está madura, solamente la extraemos. Pero es un producto totalmente natural y la gente se volcó mucho al consumo de este tipo de productos», aseguró Martín.
