Sentite Mejor

Día Mundial contra el Cáncer de Colon: cómo prevenirlo


El 31 de marzo es la oportunidad para dar a conocer esta patología y concienciar sobre la importancia de realizarse las pruebas que permiten su detección oportuna

El Día Mundial contra el Cáncer de Colon se recuerda todos los 31 de marzo de cada año. La jornada tiene como objetivo principal contribuir a la prevención de esta neoplasia que causa una gran cantidad de muertes todos los años.

Según los datos disponibles, los cánceres más frecuentes son el de pulmón entre los hombres y el de mama entre las mujeres. Pero la segunda causa oncológica en ambos sexos es el cáncer de colon, el cual ocasiona más de 700.000 muertos todos los años.

La detección temprana de esta patología mejora de manera notable la posibilidad de supervivencia, es decir, el tiempo que la persona puede vivir tras el diagnóstico. Para todos los enfermos, la supervivencia a los 5 años es alrededor del 60%, sin embargo, si se detecta de forma precoz, ese valor aumenta al 90%.

Las personas suelen ser reticentes a realizarse los rastreos porque implican una maniobra invasiva como la colonoscopia. De allí la importancia del Día Mundial contra el Cáncer de Colon para concienciar.

Al tratarse de una patología que puede permanecer silente hasta muy avanzada, las guías médicas proponen rastreos a los mayores 50 años para que no se pase el crecimiento tumoral sin ser detectado. Muchas personas no conocen la existencia de estos planes de rastreo, y por ello la comunicación desempeña un rol fundamental para la prevención.

¿Por qué aparece el cáncer de colon?

El Día Mundial contra el Cáncer de Colon hace referencia a la enfermedad oncológica que se desarrolla en el intestino grueso y el recto. El término de cáncer colorrectal también es una manera de referirse a esta localización.

El intestino grueso y el recto son la última parte del aparato digestivo, después del intestino delgado. Allí se forman las heces que serán expulsadas del cuerpo llevando desechos. El bolo alimenticio es deshidratado en el intestino grueso y almacenado en el recto para su expulsión.

De esta forma, algunos de los factores de riesgo para cáncer de colon están vinculados al proceso digestivo. La dieta y el tipo de alimentación, así como los hábitos alimentarios, aparecen como cuestiones modificables sobre las que podemos actuar para prevenir.

Factores de riesgo

  • Edad: el cáncer colorrectal es mucho más frecuente entre mayores de 50 años que en el resto de la población. Por eso los rastreos están indicados desde esta edad.
  • Antecedentes familiares: hay una asociación familiar en esta patología. Si un padre o abuelo ha sufrido cáncer de colon, los hijos y nietos tienen más probabilidades de padecerlo.
  • Dieta pobre en fibras: la falta de frutas y verduras en la dieta enlentece el peristaltismo –los movimientos intestinales. Cuando el intestino no se mueve lo suficiente, las heces permanecen más tiempo dentro del tubo digestivo, asociándose ello a la exposición a los tóxicos y desechos de los alimentos.
  • Constipación: de la mano del factor anterior, el menor movimiento peristáltico se traduce en más riesgo.
  • Consumo de embutidos: las carnes procesadas en forma de embutidos sufren alteraciones químicas durante su fabricación. Esto expone a las células intestinales a químicos tóxicos, capaces de iniciar un proceso de replicación celular descontrolada.

Síntomas que alertan sobre cáncer de colon

Como bien dijimos, este Día Mundial contra el Cáncer de Colon pretende estimular las pruebas de rastreo porque la enfermedad puede ser silenciosa. Los síntomas, a veces, no aparecen hasta que el tumor está avanzado. Eso disminuye las posibilidades de curación y supervivencia.

Un signo clásico suele ser la presencia de sangre en la materia fecal. No todos los sangrados en las heces son indicativos de neoplasia –al contrario, son la minoría-, pero vale la alerta.

Puede haber, también, un cambio en el ritmo evacuatorio. Personas constipadas comienzan a tener diarreas frecuentes, y viceversa, se constipan aquellos que siempre tuvieron buen ritmo diario para su evacuación.

La pérdida de peso puede ser un signo indirecto. El cáncer consume los recursos del organismo obligando a la pérdida de energía, aún manteniendo la dieta habitual.

Finalmente, hay que considerar los dolores abdominales inespecíficos. Suele tratarse de una molestia que es fuerte, pero que no se puede localizar del todo en un punto del abdomen. Además de ser intermitente y variable, a veces no tiene relación con la ingesta de comidas.

Las pruebas para detectarlo

Debido a que la edad es un gran factor de riesgo para el cáncer colorrectal, los rastreos se indican en base a esa información. Del mismo modo, los antecedentes familiares son otro punto clave para indicar el rastreo.

Casi todos los países y sus oficinas sanitarias coinciden en que deben someterse al rastreo los mayores de 50 años, principalmente a través de dos pruebas: la sangre oculta en materia fecal y la colonoscopia. Si la persona tiene antecedentes familiares directos o sufre enfermedad inflamatoria intestinal, la edad de inicio debe ser antes.

La sangre oculta en materia fecal es un análisis bioquímico. Se busca la presencia de sangre microscópica en muestras de heces, de manera que se detecten sangrados imperceptibles para la vista humana.

La otra prueba, y la principal que se recomienda durante el Día Mundial contra el Cáncer, es la colonoscopia. En este estudio, bajo sedación, se introduce un endoscopio –un tubo flexible con cámara- en el recto y en el intestino grueso. Se observa en vivo la mucosa que podría estar afectada, se pueden tomar muestras para biopsia y hasta extirpar un pólipo si se detecta durante el estudio.

Recordá hacerte las pruebas

El Día Mundial contra el Cáncer de Colon es una iniciativa preventiva. Los mayores de 50 años deben hacerse la colonoscopía y consultar con sus médicos cada cuánto repetirla. Una detección a tiempo mejora las posibilidades de sobrevivir a largo plazo.

Y es que, gracias al diagnóstico rápido, es posible instaurar un tratamiento con pocos efectos adversos antes que se generen otras complicaciones. El consejo es simple: ¡hazte las pruebas!

Fuente: Mejor Con Salud