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Día Internacional del Cáncer Infantil: “Uno aprende con el tiempo a que esto no es una guerra”


CLG habló con el oncopediatra del Hospital Vilela Marcelo Coirini que dio detalles de la enfermedad y llamó a estar alerta porque “se puede prevenir”

La familia de Elías llega al centro médico, se sienta y espera. El niño inquieto comienza a recorrer el lugar y detrás de él su madre primero, luego su padre que esquivan a los otros niños y sus familias de la sala de espera. La visita al médico ya se volvió algo recurrente, aunque Elías tiene apenas 7 años. Mientras el papá transita los pasillos en busca de su hijo, la mamá aprovecha y habla con otras personas. “¿Cómo es?”, “¿Dura mucho?”, “¿Le hará mucho daño?”, son todas las preguntas que lanzan y tienen tantas respuestas posibles como imposibles. Ella lo sabe, lo intuye y su esposo también. Su hijo, con la niñez a flor de piel, se desentiende del entorno. La charla con el especialista oncólogo era lo que tanto temían, pero las explicaciones médicas elevaron la esperanza. Ahora sólo queda transitar un tratamiento para que el niño deje atrás ese tumor y pueda continuar con su vida. “Uno aprende con el tiempo a que esto no es una guerra, a no encararlo de esa forma porque en una guerra siempre hay vencedores y vencidos”, le confió a CLG el oncopediatra Marcelo Coirini, que hace 26 años trabaja en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela en esta área especializada en tratar el cáncer infantil.

La misión de Coirini es clara: “Tenemos que acompañar y puede ser en la cura o no”. Hace más de dos décadas viene enfrentando pacientes pediátricos que son atravesados por las agujas, el catéter implantable, quimioterapia y habló con este medio ante un nuevo 15 de febrero, Día Internacional del Cáncer Infantil. “No tiene nada de celebración, es un día de concientización para hacer visible el cáncer infantil, que es una enfermedad rara y está mucho menos presente en el ideario de la gente”, argumentó con firmeza el profesional de la salud.

Jornada en Rosario para concientizar sobre la detección temprana del Cáncer Infantil

Coirini asegura que, al igual que otras enfermedades, el día internacional sirve para ponerlo en agenda, pero luego hay que esperar un año o que algún hijo de un famoso tenga esta patología para poder tener la difusión necesaria debido a que, explicó, “es la segunda causa de muerte en menores de 15 años luego de los accidentes, será enfermedad rara y poco frecuente, pero es la segunda causa”.

La necesidad que mostró en sus palabras de difundir el cáncer infantil radica en una gran diferencia al cáncer de adulto y es “que se puede prevenir”, afirmó y agregó que esto se debe a que “su mecanismo de producción es distinto”: “Si bien hay alteraciones genéticas que gatillan la enfermedad, el de adulto es uno de ‘envejecimiento’, el del niño es un ‘cáncer del desarrollo’”.

Diagnostican unos 100 casos de cáncer infantil por año en toda la provincia

Los especialistas y las distintas organizaciones que llevan adelante la búsqueda de concientización advierten que se debe estar atento ante “cualquier síntoma sospechoso” y recomiendan visitar rápidamente a un médico frente a la aparición de síntomas como un ganglio inflamado, fiebre inexplicable o manchas en la piel que no se pueden explicar, entre otros. En este sentido, Coirini resolvió que no se pueden dar la lista de síntomas relacionados con cáncer debido a que son síntomas tan banales y que se pueden confundir con otras enfermedades como angina o picadura de mosquitos, que pueden generar paranoia en la sociedad.

Aunque, repitió lo importante de ser atendido a tiempo: “No es lo mismo tratar un tumor recién diagnosticado que una enfermedad que lleva meses de evolución y si bien se puede abordar, es más intensivo para el paciente, para el equipo de salud y los resultados no son iguales”. Respecto a este punto llamó a “concientizar también a la población médica” para que tengan presenten esta patología y le confió a este medio que llegaron pacientes derivados desde odontología o especialistas en psicología. “Si uno no tiene presente al cáncer no puede diagnosticarlo”, definió.

Mes de Concientización del Cáncer Infantil - Septiembre - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud

Cuando la familia de Elías entró al consultorio se encontró con un grupo de médicos. El niño esperaba afuera y seguía jugando. Adentro, los trabajadores le explicaban cada detalle a la madre y al padre, que miraban entre atónitos y tristes. “Allí le explicamos que en el mundo el nivel de curación está en un 80% y que Rosario alcanza un 75%”, comentó Coirini y aclaró que esos porcentajes varían dependiendo del cáncer. “Toda esa información parece un mazazo en la cabeza que generalmente la mitad de las cosas se olvidan por eso los volvemos a convocar a las 48 horas para que vengan con todas las dudas y que piensen como darle la noticia al niño”, contó el pediatra especializado.

A veces son los propios padres, otras veces son los médicos. Eso depende de cada caso. “Claramente no es lo mismo darle la noticia a un niño de 7 años que a un adolescente y generalmente no mencionamos la palabra cáncer sino hablamos de tumores y lo definimos como ‘algo que ocupa un espacio que no tiene que estar allí’”, resolvió el médico ante CLG.

Sobre este tema, Coirini no desentendió a los pacientes de la problemática: “Los chicos se dan cuenta de que algo diferente tienen”. En ese caso, los especialistas charlan con los niños y explican la medicación, le muestran el catéter implantable y le esquivan, por lo menos en una primera instancia, de la palabra quimioterapia. “El niño tiene miedo de que lo pinchen y el adolescente tienen miedo a la muerte, está consciente de lo que está pasando”, argumentó el especialista que hace 26 años camina los pasillos del Vilela y tiene la posibilidad de dar clases en la universidad.

Cómo pueden explicar los padres el cáncer infantil

Pero cada uno lo aborda de formas diferentes. Algunos optan por enfrentar la internación y llegan con tablets, juegos de mesa y libros, otros prefieren pasar lo más rápido posible el tiempo en el hospital. Lo que sí tiene en claro Coirini es que “los niños son muy graciosos porque comienzan a hablar con jerga médica y saben todo, mucho más de lo que dicen”.

“Nosotros entendemos todo lo que atraviesan, pero ellos ponen el cuerpo y -reveló- una vez un paciente de 11 años me dijo: ‘Todos somos soldados, pero a la guerra voy yo’”.

Por último, apuntó sobre los casos extremos donde “sabemos que el paciente va a morir” y allí su crudo relato se llenó de humanidad: “Hay mucho por hacer porque el paciente tiene derecho a una muerte digna sin dolor, sin sufrimiento, rodeado de su familia y afectos, por eso siempre decimos que por más dura que sea la información que damos, nunca tenemos que cerrar las puertas, porque siempre hay algo para hacer”.