Especialistas reclamaron “solidaridad y vigilancia activa” de toda la ciudadanía para prevenir
Las restricciones a la circulación por la pandemia de coronavirus junto a las acciones de prevención de las autoridades sanitarias y las campañas de concientización, lograron que, en la última temporada, Argentina tenga la menor cantidad de casos de dengue en la región; sin embargo, en el marco del Día Internacional contra esta enfermedad, los especialistas reclamaron “solidaridad y vigilancia activa” de toda la ciudadanía para prevenirla.
Este jueves 26 se celebra el Día Internacional contra el Dengue con el objetivo de fomentar la reflexión y dar a conocer cómo prevenir esta enfermedad que se presenta, principalmente en países de clima tropical, y es trasmitida por mosquitos Aedes aegypt.
Entre mediados de 2020 y mediados de 2021, Argentina registró un 8,67 casos confirmados de dengue cada 100 mil habitantes, mientras que estas cifras en Brasil alcanzan los 390; en Paraguay 337 y en Bolivia 72,9, precisó la Dirección Nacional de Enfermedades Trasmisibles.
Hugo Feraud, titular del organismo, señaló en diálogo con Télam que “es una tarea de todos y todas, por más que los estados pongan énfasis en la prevención, es una cuestión de compromiso de la sociedad”.
“El rol activo es imprescindible, es una cuestión de solidaridad y vigilancia activa de todos los ciudadanos y ciudadanas: si mi patio tiene reservorios (donde pueda reproducirse el mosquito) voy a afectar a toda una manzana que hizo las cosas bien”, ejemplificó el especialista.
La última temporada registró un “bajo número de casos, en comparación a las estadísticas históricas”, remarcó Feraud, y precisó que en total “confirmados por laboratorio hubo 3.276 casos, de los cuales un fue grave” y que “los serotipos circulantes fueron 1, 2 y 4”.
Las restricciones a la circulación impuestas por el Gobierno nacional para mitigar la propagación del coronavirus también contribuyeron a la baja de casos de dengue porque “evitaron que personas infectadas vayan de un lugar a otro” así como también que se reprodujeran los casos “importados”.
“De todos modos, el virus del dengue tiene un comportamiento cíclico que tiene que ver con los ciclos de lluvia y las temperaturas por eso hay años de menos casos versus años donde hay un incremento, depende de muchos factores”, apuntó Feraud.
Asimismo, “desde el Estado nacional se incorporaron al paquete de prestaciones del Programa Sumar las acciones vinculadas al dengue, es decir que las jurisdicciones reciben financiamiento por las tareas de prevención de dengue y tienen un recupero financiero”.
En términos de “apoyo en insumos y transferencias a las provincias” el Estado realizó “una inversión de 3.071 millones de pesos, además se realizaron controles en 109 mil viviendas, en 9.600 manzanas de 11 provincias”, apuntó el funcionario.
Feraud destacó la importancia de que la población reconozca “qué es un cacharro, qué puede servir para la reproducción del Aedes aegypti” y enfatizó en que “si bien la historia natural de la enfermedad en un principio la circunscribe al NOA (noroeste argentino) y NEA (noreste argentino); con el correr de los años se fue generalizando hacia la región central del país”.
En la última temporada se “notificaron 5.200 casos en la ciudad de Buenos Aires y 1.500 en la provincia”, advirtió, y remarcó que esta es la cantidad de casos atendidos por dengue pero que no todos se confirmaron por laboratorio.
En este sentido, Marcelo Abril, biólogo y presidente de la Fundación Mundo Sano, aseguró que “es importante que la gente deje de asociar al dengue con un ambiente subtropical y que se dé cuenta que un plato debajo de una maceta en Caballito o un contenedor de agua de mascota sin renovar en Rosario puede ser un lugar de reproducción del mosquito”.
“En los últimos años, se incrementaron en la ciudad de Buenos Aires y en zonas densamente pobladas y el mosquito trasmisor está ampliamente distribuido, ocupa todo el norte y el centro del país”, apuntó el especialista.
Y agregó que en Argentina “el virus tiene un comportamiento estacional por los factores climáticos, por lo que pasa seis meses en reposo y después otros seis de fuerte circulación, y esto nos permite pensar y activar las acciones de prevención”.
Abril hizo hincapié en que la última temporada “los casos de dengue disminuyeron considerablemente por las restricciones a la circulación”, pero estadísticamente “desde 2009 estas cifras venían en un aumento sostenido, año tras año”.
Para el especialista hay tres ejes fundamentales para la prevención del dengue: “el ordenamiento ambiental”, que son todas las acciones individuales y gubernamentales de fumigación y reducción de criaderos de mosquitos, “el cuidado personal, con el uso de repelentes, y la consulta médica ante el primer síntoma para establecer un diagnóstico certero”.
En este sentido, Abril remarcó que los padecimientos del dengue son similares a los de la Covid-19 por lo que “es muy importante hacer un diagnóstico diferenciado para un tratamiento eficaz y que el médico le informe al paciente las señales de alerta para tener en cuenta y evitar que un caso grave de dengue puede ser fatal”.
Los especialistas hicieron hincapié en la necesidad de vencer los estereotipos que presentan a la enfermedad como sólo circunscripta a las regiones del norte del país, y que cualquier recipiente que pueda contener un poco de agua por varios días puede transformarse en un criadero de mosquitos.