Se conmemora un nuevo Día del Periodista en Argentina, establecido el 7 de junio por la aparición de La Gazeta de Buenos Ayres. CLG dialogó con Leo Ricciardino, María Herminia Grande y Juan Cruz Funes, tres generaciones diferentes de periodistas
El Primer Congreso Nacional de Periodistas en 1938 estableció el 7 de junio como Día del Periodista en homenaje a la aparición de La Gazeta de Buenos Ayres, fundada y dirigida por Mariano Moreno. Desde la aparición de aquel periódico en 1810 que publicaba resoluciones oficiales, decretos y otros documentos hasta la actualidad, donde las redes sociales juegan un rol fundamental en la práctica profesional, el periodismo fue pieza clave de la construcción democrática del país y el periodista el encargado de hacer valer el Derecho a la Libertad de Expresión.
El Día del Periodista sirve para reivindicar que esta profesión combina dos elementos esenciales: por un lado, la capacidad de obtener, aclarar y explicar las informaciones importantes para la comunidad; por el otro, la sensibilidad comunitaria, entender lo que se necesita en cada momento.
No hay buen periodismo sin conectar con la ciudadanía. Por eso, CLG dialogó con tres periodistas de Rosario: Leonardo Riccardino (Rosario Plus y Radio Sí), María Herminia Grande (Televisión Regional) y Juan Cruz Funes (El Tres TV).
Cada uno desde su punto de vista mostró qué significa ser periodista, cuál es el rol en pandemia y cómo fue evolucionando la profesión.
Riccardino destacó que el trabajo del periodismo «siempre fue el mismo» y que esa «premisa sirve para toda época». Ahondando en el concepto afirmó: «El periodismo revela lo que el poder no quiere que se vea, ya sea el gubernamental o el fáctico. Es decir, que evidenciar lo que el establishment no quiere que se conozca».
«Cuando vos partís de ahí siempre hay una línea de laburo que tiene que ver con incomodar al poder y es la manera más honesta de ejercer la profesión», enfatizó el periodista nacido en la capital de Santa Fe.
Para María Herminia Grande los tiempos pandémicos que corren hacen que se «profundicen los mecanismos» del periodismo: «El periodista en situaciones críticas cumple aún más un rol vital», resumió.
Tras una extensa carrera que comenzó en 1997, la periodista oriunda de Rafaela hizo una contundente reflexión sobre el periodismo: «Después de mucho ejercerlo, no encontré mejor definición del hacer que es poner el dedo en la llaga sobre las realidades».
«Cuando uno pone el dedo en la llaga -agregó- causa dolor, la idea no es el morbo sino poner el foco en cuestiones que no se quieren ver y que la política tiene y debe resolver». Grande definió al periodismo y la política: «Son primos hermanos que no se llevan bien» porque tiene que haber «una cercanía que los lleva a trabajar incómodos, pero juntos».
En otra línea se paró Funes y aseguró que «ser periodista en este contexto de pandemia es un arriesgado desafío de profesionalismo» ya que «significa poner el cuerpo todos los días para convivir en la calle con algo para lo que nunca nos preparamos y a la vez, más que nunca, ser el nexo entre quienes toman las decisiones y quienes esperan esas decisiones».
El periodista de 29 años indicó que «en tiempos que se pide quedarse en casa, es fundamental la precisión para mostrar, contar y describir todo, en un clima de sensibilidad y expectativa sobre cómo seguirá la rutina de la gente».
A lo largo de la historia el periodismo pasó por varios estadíos y situaciones. «Todos los tiempos tuvieron sus complejidades y con todos los defectos que puede tener el sistema democrático siempre se pudo trabajar, no fue así en épocas de dictadura».
En esta idea se sumó Riccardino: «El periodismo sigue siendo el mismo que hace siglos, buscar las fuentes, hallar la verdad e incomodar al poder. Es sencillo, cambia el maquillaje, sin embargo en su esencia es un componente fundamental a un componente democrático». Así contempló que a pesar de «cambiar las formas o la llegada de las redes sociales con su vertiginosidad, siempre hay que chequear la fuente y en la actualidad cuando no pasa eso se ve claramente».
Juan Cruz Funes remarcó que el periodista es el encargado de «dar malas noticias, pero también hablarles a los adultos mayores para deciles que está llegando la vacuna tan esperada» y relacionó este trabajo con la psicología: «Muchas veces nos toca consolar a víctimas de la inseguridad, poner el oído a mujeres víctimas de violencia de género que necesitan ayuda, escuchar la situación de trabajadores a los que no le respetan sus derechos, y hasta aconsejar a vecinos sobre como llevar adelante un reclamo o qué hacer ante alguna situación».
«Nos subimos cada día a un sube y baja de emociones. Podemos estar frente a una autoridad política importante y hablar con un jugador de fútbol, pasando en el medio por un barrio donde otra vez un nene fue baleado y de regreso hablar con un comerciante ahogado por la crisis económica que tiene que bajar las persianas de su local», detalló el cronista de El Tres TV.
Por último, Funes subrayó que esto «es un combo de emociones que forma parte de la comunión con la sociedad, que es la misma que luego prende el televisor o la radio o abre el portal donde trabajás para devolverte esa confianza».
Sobre la confianza también habló Ricciardino, periodista de Radio Sí, quien remarcó la importancia de elegir entre «las cuestiones espectaculares o rimbombantes de informaciones difíciles de comprobar o te mantenés en tu regla de comprobar información, tener fuentes y no dejarte tentar en la velocidad de las redes». En este punto entendió que «se puede perder espacio, pero ganás en lo genuino y la gente a la larga te termina respetando». En el final de sus palabras también hizo hincapié en la necesidad de «hablar desde un lugar y politizarte con ideas generales como la defensa y ampliación de derechos».
María Herminia Grande expresó sobre este punto lo valioso de la «coherencia» periodística ya que «el periodista comete errores como todos los trabajadores y lo crucial está en reconocerlo, cuanto más alejado de la soberbia esté un periodista podrá realizar la acción de escuchar».