"La naturaleza podría seguir sin nosotros porque se reordena y se acomoda; pero nosotros sí dependemos de ella", aseguró a CLG Gabriela Roldán, miembro de la organización 'El Paraná no se toca'
Por Emilia Ottogalli
Este viernes 5 de junio, el mundo conmemora el Día del Medio Ambiente. El eje de este año es realizar un llamado urgente a la acción global para proteger la biodiversidad. CLG dialogó con Gabriela Roldán, miembro de la organización ‘El Paraná no se toca’, sobre la temática, enfocada especialmente en este ecosistema de cercanía.
Para comenzar, es importante aclarar el concepto de biodiversidad. Según explica el sitio oficial del evento, se trata de la «variedad de seres vivos sobre la Tierra. Abarca aproximadamente 8 millones de especies: desde plantas y animales hasta hongos y bacterias, los ecosistemas que los albergan -como océanos, bosques, montañas y arrecifes de coral-, y la diversidad genética encontrada entre ellos». Además, es fundamental comprender que cada parte que la compone es interdependiente. Cuando un componente se cambia o se elimina, todo el sistema se ve afectado y esto puede acarrear consecuencias.
«Viéndola desde donde nosotros estamos, tenemos varios ejes y bien visibles. La biodiversidad está acá», dijo Roldán en principio. Entonces, prosiguió: «La agresión con factores químicos disminuye la biodiversidad, desde el suelo que se matan bacterias y microorganismos y se van empobreciendo; hasta las especies».
La activista puso especial énfasis en la utilización de agrotóxicos principalmente por parte de los grandes agricultores que lo hacen para exportar, porque ven los cultivos como «commodities y no como alimentos». De todas maneras, destacó que sí existe una «despertar» por parte del ciudadano común en cuanto a qué es lo que se consume. «La gente está empezando a verse como parte de la naturaleza. A veces erramos en ese concepto de considerarnos separados de la naturaleza», detalló. Ahí es donde reaparece el concepto explicado al principio de componentes interdependientes.
«Cuando tenemos una mirada en la que nos incluimos en la naturaleza podemos comprender un poco más, valorarla y respetarla», señaló. Y agregó: «Nosotros somos naturaleza, somos seres vivos y somos animales. La naturaleza actúa en forma armónica e integrada, cuando lo entendemos, empezamos a mirar diferente».
En esa misma línea, sostuvo: «En la medida que digamos: ‘El hombre domina, el hombre define’, ahí nos equivocamos». «La naturaleza podría seguir sin nosotros porque se reordena y se acomoda; pero nosotros sí dependemos de ella, por el aire, el agua y el suelo. En este momento estamos alterando los tres. Con eso, estamos afectando la biodiversidad, los contaminantes que vertimos sin cuidados, la disminuyen», analizó.
¿Por qué la bajante en el Paraná?
«Tenemos deforestaciones en Chaco porque para cultivar más commodities, echan veneno. Ahí, que estamos deforestando, no hay retención de humedad», enunció como primer motivo. En segunda instancia, explicó: «Además, están los incendios en el Amazonas. Es un área de generación y retención de agua y eso trae la lluvia para esta zona y la zona donde nace el Paraná».
En cuanto al río en sí mismo, aseveró «es un ecosistema que se mueve, es vivo, no es estático». «Con el período de bajante, cada vez hay menos cría, menos reproducción. El sábalo, que es lo que más se pesca, es la base de la cadena alimentaria. Si los sacamos todos, las aves o las otras especies que se alimentan del sábalo tampoco van a tener alimento. No se puede exterminar el sábado, porque se acaba todo», reveló.
Por ese motivo, contó: «Nosotros queremos frenar la pesca». «Hicimos una reunión por Zoom con diputados en abril, cuando escucharon los argumentos, pusieron la veda. Pero faltaban los senadores y todavía no pasa nada», anunció.
«Uno incendia acá, el otro tala allá, el otro pesca acá porque es lo que quiere hacer, ¿y después qué queda?», cuestionó. A lo que amplió: «La falta de consciencia hace que todo esto siga avanzando, la depredación. El ser humano vive rompiendo el equilibrio en la naturaleza».
¿Qué puede hacer el humano para preservar la biodiversidad?
«Hay que empezar a ver hasta dónde lo que yo hago afecta», resumió Roldán. En ese sentido, profundizó: «Desde los pequeños actos cotidianos, ser más conscientes de a dónde termina eso. Si estoy generando un deshecho, preguntar: ‘¿Es natural, se reabsorbe, hace mal?’ Empezar a medir eso».
A su vez, declaró: «Esto se contagia. Cuando uno empieza y sostiene una conducta, se ve. Ese ejemplo se replica. En algún momento hay un impacto en el otro». «Algunas veces hay personas que lo piensan, pero no lo hacen porque les da inhibición. Podés ser ejemplo en tu casa, en tu cuadra, en el súper del barrio», enunció. «Si cada uno se va sumando, somos 10, 1.000, 1.000.000; obvio que genera cambios», proclamó con convicción.
Además, para finalizar, contó otra forma de alzar la voz: «Nosotros cuando estamos accionando por la veda de pesca o en contra de la quema, invitamos a la gente que se quiera sumar puede mandar correos a los legisladores. Que manden notas para que así tengan en cuenta la palabra de quienes representan. Es algo que va un poco más allá de la cotidianidad, pero que podemos hacer como ciudadanos».
La invitación del Día Mundial del Medio Ambiente
La variedad de alimentos que comemos, el aire que respiramos, el agua que bebemos y el clima que hace posible nuestra vida en el planeta, no existirían sin los servicios de la naturaleza. Hoy, vivimos un momento excepcional en el que la naturaleza nos envía un mensaje. Para cuidar de nosotros mismos, primero debemos cuidar de ella. Llegó la hora de reaccionar. De darnos cuenta. De levantar nuestras voces. Llegó la hora de reconstruir mejor, por las personas y el planeta. Este Día Mundial del Medio Ambiente, llegó la Hora de la Naturaleza.