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Día del Medio Ambiente: el planeta en una situación preocupante


Por Alberto Botto*

Se ha conmemorado hace pocas horas atrás el Día del Medio Ambiente. Lo cierto es que el planeta y sus criaturas están en cierto modo agonizando; aquellos seres vivientes inocentes, buenos, instintivamente respetuosos del orden natural de las cosas, están siendo diezmados. Nos referimos a los animales, perseguidos, cazados, a veces por un triste como lamentable hobby, otras tantas veces por dinero. El reino vegetal, también, es arrasado por una cuestión económica. Miles y miles de hectáreas de bosques desaparecen para ser sembradas por lo que algunos han dado en llamar el “oro verde”, o para ser destinadas a campos de pastoreo de ganado que será enviado al matadero. La gran cantidad de desmontes en todas partes del mundo no solo representa o trae aparejada la extinción de muchas especies, sino que implica la enfermedad y muerte de muchas personas.

La ausencia de pulmones verdes, el quiebre de la armonía ecológica, significa el enriquecimiento para unos pocos y la enfermedad y la muerte para muchos. Algunos hombres, poderosos, pero mezquinos e inescrupulosos, están terminando con el planeta y sus criaturas. La contaminación, sea por insecticidas, por ondas electromagnéticas o por desechos de carburantes, está causando estragos. Los tres reinos de la creación, animal, vegetal y mineral,  son arrasados en razón de la descontrolada avidez de ciertos hombres por el dinero.

 

Alberto Botto: “Estamos orgullosos de tener a un Presidente que ...
Alberto Botto

Un informe de la Universidad de Oregon, de hace tres años, decía ya entonces que hay 301 especies de mamíferos en peligro, de un total de 1169 especies. Es decir, el 26 por ciento. La Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza hace unos años reportaba estas cifras: de 63.837 especies estudiadas, 19.817 estaban bajo riesgo de extinción. Este triste y lamentable panorama ha empeorado.

El agua, un bien básico y determinante para la vida, que falta en muchas partes del mundo provocando ello serios problemas, es dilapidada en otras partes del planeta. Muchas tierras vinculadas a cuencas acuíferas, en algunos países como Argentina, son compradas por magnates extranjeros porque ven en ello un futuro negocio. Respecto del agua y de la necesidad de preservar y cuidar la Tierra, dos cosas debemos destacar: por un lado, el reciente convenio que nos hemos comprometido a firmar entre el gobierno de la provincia de Santa Fe, la Universidad Nacional de Rosario (Cátedra del Agua a cargo del doctor Aníbal Faccendini) y el Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, con el propósito de proteger y concientizar sobre este bien vital. Por otra parte, y respecto de este valor imprescindible para la vida que es el agua, es propicia la oportunidad para alertar sobre la bajante del río Paraná como consecuencia no solo de la falta de lluvias en el curso superior de Brasil (consecuencia del cambio climático), sino de las represas construidas que se cierran en estas circunstancias. La fauna ictícola, así como la población, sufren las consecuencias

Estos verdaderos atentados contra la “Madre Tierra” tienen un costo: mueren animales, se acaban bosques, y cientos de millones de seres humanos pagan las consecuencias directa o indirectamente. El cambio climático, como consecuencia de calentamiento global, que es efecto del maltrato que el hombre hace a la naturaleza, se paga. La contaminación, cuya causa muchas veces es la necesidad de hacer más dinero, tiene un alto costo en enfermedades que a menudo llevan a la muerte. Por más que el poder y el dinero quieran minimizar esta realidad, ello es imposible, ya hay demasiadas evidencias de la catástrofe.

El Jaguar, nuestro hermoso felino americano, en riesgo crítico

 

La triste consecuencia de la bajante del río Paraná

 

Las grandes corporaciones y sus agentes pagos lo niegan, pero el sentido común dice que tantas enfermedades terminales, que incluso proliferan entre niños y jóvenes, están provocadas por contaminación y estrés. No se trata, por supuesto, de ir en contra del desarrollo, de impedir el progreso, sino de conciliar intereses para que el hambre por el dinero o la indiferencia no le ganen a aquello que no se puede perder: la belleza de la creación y la vida de quienes forman parte de ella.

*Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario y presidente de la Fundación Con la Gente.