Los fieles católicos conmemoran hoy su aparición en el siglo XIII al inglés, San Simón Stock. Muchos mantienen la tradición de rezarle durante nueve días para obtener alguna gracia.
Cada 16 de julio, millones de fieles católicos alrededor del mundo celebran el Día de la Virgen del Carmen, una fiesta religiosa en honor a una de las advocaciones más populares de la Virgen María.
La fecha fue elegida por el día en que, según la tradición católica, la madre de Jesucristo se apareció a San Simón Stock, en Inglaterra en 1251. San Simón era un monje de la orden de los Carmelos, cuyo origen se remonta a los primeros años de la era cristiana.
En cuanto al nombre, proviene del Monte Carmelo, un lugar sagrado para judíos y cristianos ubicado en la actual ciudad de Haifa, Israel. Allí llegaron los primeros ermitaños cristianos que luego fundaron la orden de los Carmelos.
La novena a la Virgen del Carmen
Entre las muchas formas de devoción a esta Virgen están el uso del escapulario y el rezo de la novena, una serie de oraciones y meditaciones que se realizan durante nueve días con el fin de obtener alguna gracia o pedido por intercesión de la Virgen.
Esta es la novena que rezan las religiosas carmelitas descalzas, rama femenina de la orden de los Carmelos.
Día 1
Lectura de la Biblia: La Anunciación (Lc. 1, 26,3
Oración: Santa María, mujer que acoge, haznos tus imitadores e imitadoras, para que podamos engendrar cada día a Jesús, en cada situación de nuestra vida.
Santa María, mujer que acoge, enséñanos a meditar la Palabra de Dios como tú lo hacías, para que en cada momento de nuestra vida sepamos acogerla y nos dejemos guiar por ella.
Santa María, Flor del Carmelo, escucha nuestra oración.
Me comprometo: a leer una página del Evangelio y a reflexionar sobre ella para tratar de descubrir lo que Dios quiere de mí en mi vida de cada día.
Día 2
Lectura de la Biblia: La Visitación (Lc 1, 39-45)
Oración: Madre María, experta en el servicio, ayúdanos a comprender que siendo siervos los unos de los otros es como podemos ser verdaderos discípulos de tu Hijo.
Madre María, experta en el servicio, haznos capaces de estar siempre disponibles hacia aquéllos que cada día encontramos en nuestro camino.
Madre María, Viña florida, ayúdanos a adelantarnos con gestos de mutua caridad.
Me comprometo: a prestar ayuda a las personas que están próximas a mí. Y, con el fin de imitar a la Virgen, trataré de ser más servicial con aquellas personas que me parecen que me son menos simpáticas.
Día 3
Lectura de la Biblia: El Nacimiento (Lc 2, 1-20)
Oración: Virgen Madre, que envolviste en pañales a tu Hijo Jesús, enséñanos a ser siempre pequeños para nos dejemos «llevar en brazos» del buen Dios.
Virgen Madre, que envolviste en pañales a tu Jesús, ayúdanos a revestirnos de tu Hijo, para que seamos cada día signo del amor de Dios.
Virgen María, Esplendor del Cielo, cobijanos a todos bajo tu manto.
Me comprometo: A revestirme del Escapulario para testimoniar también externamente mi amor a Jesús y a María. Sobre todo quiero que el Escapulario me recuerde el vivir cada día en la escuela de Jesús, a ejemplo de María.
Día 4
Lectura de la Biblia: La visita de los magos (Mt 2, 1-12)
Oración: Beata María, mujer contemplativa, enséñanos a conservar en nuestro corazón las situaciones de cada día para después empeñarnos en verlas con los ojos de Dios.
Beata María, mujer contemplativa, enséñanos a ver en aquéllos que encontramos el rostro de tu Hijo y a no hacer ningún tipo de discriminación Beata María, Virgen fecunda singular, condúcenos a todos a Jesús.
Me comprometo: a no juzgar a las personas que encuentro durante el día, sino a ver en cada una el rostro del Señor.
Día 5
Lectura de la Biblia: La presentación en el templo (Lc 2, 22-32)
Oración: Hija de Sión, Señora de la ofrenda, purifica nuestro corazón para que pueda pertenecer por completo a Jesús.
Hija de Sión, Señora de la ofrenda, libera nuestros corazones, para que sin miedo puedan ser sólo de Su propiedad.
Hija de Sión, Madre tierna, haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Me comprometo: a despojarme de algo a lo que estoy muy ligado para donarlo a la persona que me es particularmente antipática, con el fin de imitar a la Madre del Señor que ha ofrecido su Hijo con corazón puro.
Día 6
Lectura de la Biblia: El encuentro en el templo (Lc 2, 41-50)
Oración: Dulce María, infatigable buscadora de Dios, danos la misma fuerza que Tú has tenido para buscar a tu Jesús, que se había perdido en el templo.
Dulce María, infatigable buscadora de Dios, guía nuestros pasos para que en el camino de la vida podamos siempre seguir a Jesús, faro que ilumina.
Dulce María, Madre pura, sé Tú nuestra compañera en nuestro caminar hacia Jesús.
Me comprometo: a orar más en los momentos en los que me parece que Jesús me haya abandonado.
Día 7
Lectura de la Biblia: Lc. 11, 27-28
Oración: Madre Hermosa, Virgen de la escucha, abre nuestro corazón para que sepamos escuchar las palabras de tu Hijo.
Madre Hermosa, Virgen de la escucha, abre nuestro corazón y nuestra inteligencia para que sepamos escuchar las palabras de tu Hijo y las pongamos en práctica.
Madre Hermosa, pura de corazón, haznos fuertes en nuestros propósitos.
Me comprometo: a escuchar la Palabra de Dios con mucha atención, cuando se proclama en la iglesia. Me comprometo también a escuchar a Dios que me habla a través de las personas que encuentro en el transcurso del día.
Día 8
Lectura de la Biblia: Al pie de la cruz (Jn 19, 25-27)
Oración: María, Madre al pie de la cruz, quédate junto a nosotros en nuestras cruces cotidianas para que, como Tú, sepamos estar en pie para aceptar y ofrecer nuestro dolor.
María, Madre junto a la cruz, abre nuestro corazón para que sepamos acogerte en todo momento el don que Jesús nos ha hecho al morir.
María, Madre que protege a todos sus hijos, sé nuestra guía en la vida cotidiana.
Me comprometo: a acercarme a cualquier persona que sufre, física o espiritualmente.
Día 9
Lectura de la Biblia: María la madre de Jesús (At 1, 12-14)
Oración: Santa María, hermana en la comunidad cristiana, sé tú también nuestra Hermana en nuestra vida y en nuestra oración.
Santa María, hermana en nuestra comunidad, siéntate junto a nosotros y reza con nosotros para que nuestra oración sea según el corazón de tu Hijo.
María, Estrella del Mar, Madre y hermana en el Carmelo, acógenos a todos bajo tu manto.
Me comprometo: a contribuir en la animación de la celebración eucarística dominical de mi parroquia, para que sea un verdadero momento de gozo y de oración fraterna.
Cierre de la novena
Flor del Carmelo
Viña florida
Esplendor del cielo
Virgen fecunda singular.
Madre tierna
Intacta de hombre
A los carmelitas
Proteja tu nombre
¡Estrella del mar!