Lo confirmó el presidente de Central en medio de la negociación para la continuidad del entrenador, de cara a lo que vendrá después de la pandemia
El presidente de Rosario Central, Rodolfo Di Pollina, reconoció que, en medio de la negociación para la continuidad del entrenador Diego Cocca, ya planteó que acepte jugar con futbolistas juveniles, de cara al nuevo panorama que se viene tras la pandemia del coronavirus, que afectará directamente la economía de los clubes.
Las condiciones que serán comunicadas por los dirigentes del «Canalla» a Cocca en una reunión que tendrán esta semana serán un menor presupuesto y juveniles dentro del plantel, a partir de la posibilidad de eliminar los descensos en el fútbol argentino hasta 2022.
«Hay que evaluar el nuevo escenario, con las nuevas condiciones, y charlar con él a ver si está de acuerdo en la idea del club que se viene de jugar con más juveniles, presupuesto más bajo. Nos queda charlarlo con ellos esta semana», anticipó Di Pollina, en declaraciones a «Radio 2» de Rosario.
El presidente de Central es uno de los primeros que reconoce públicamente que las decisiones deportivas del principal torneo del fútbol argentino afectarán a los planteles, que buscarán volver a ser un mercado exportador, cuando en las últimas temporadas la intención era repatriar jugadores.
«Hay que tener en cuenta que el ingreso de dinero de los socios se va a caer en buen número por obvias razones, al igual que los sponsors como demás rubros que giran en torno a esta disciplina. Entonces habrá que apostar a la política de formar y capitalizarse con los juveniles para poder sostener a las instituciones. En líneas generales se vendrá un juego con presencia de más pibes», explicó.
Y agregó: «Entre los clubes estamos hablando de que es una necesidad cierta que el fútbol argentino vuelva a ser un mercado exportador».
En este contexto, Di Pollina ratificó que la dirigencia del «Canalla» está «conforme» con el trabajo desarrollado por Cocca con el equipo, que empezó la temporada complicado con la permanencia en Superliga, pero encarriló su rumbo.
De hecho, hasta el aplazamiento de la Copa de la Superliga, Central estaba a 12 puntos de quien estaría descendiendo en los promedios y que divide por su misma cantidad de partidos: Patronato de Paraná.
«Estamos conformes con su trabajo porque no hay que subestimar jugar con una instancia de promedios en un club como este, donde la pasión maneja todo. Es difícil manejar esa energía. Ponderamos la cantidad de puntos que se sacó y él nos fue claro que iba a jugar con jugadores grandes, porque la presión para los chicos es mucha. Para adelante veremos cómo sigue», sostuvo.
Asimismo, se mostró a favor de la posibilidad de eliminar los descensos para que los clubes vuelvan a encontrar estabilidad económica.
«Es razonable porque vas a tener que encontrar la forma estratégica de bajar estructura, costos. Y jugar con juveniles a nivel club nos podría capitalizar porque los potenciás a los chicos», indicó.
Y finalizó: «El descenso es una presión extra que nadie quiere vivir. Por eso vendría muy bien suspender los descensos como una medida extraordinaria en una situación extraordinaria.
México lo está haciendo. Se generaría una situación de menos presión para que jueguen los juveniles. Pero es una idea: es muy difícil que la temporada siguiente no sea de 26, eso está medio charlado».