Los bonistas rechazaron la oferta "proponiendo ajustes con los que Argentina no puede comprometerse de manera razonable"
El gobierno argentino mejoró para los acreedores la oferta de reestructuración de la deuda reconociendo un valor de 50 dólares por lámina de 100 dólares de valor nominal y un cupón atado a las exportaciones aunque los bonistas han rechazado esa oferta y quieren cobrar más.
En un comunicado, el Palacio de Hacienda señaló que los acreedores «respondieron a la información provista por Argentina proponiendo ajustes (…) con los que Argentina no puede comprometerse de manera razonable, algunos de los cuales son ampliamente inconsistentes con el marco de sostenibilidad de deuda que necesita la República para restaurar la estabilidad macroeconómica y para avanzar con un programa con el FMI».
Más adelante, el gobierno puntualizó que «el proceso de negociación con nuestra comunidad inversora reveló que las demandas de los inversores a menudo divergen y no se pueden conciliar fácilmente. La República evaluará todas las opciones disponibles como parte de un proceso integral para restaurar la estabilidad macroeconómica». El vencimiento de la invitación está programado para el viernes 19 de junio, si bien el gobierno no descartó la posibilidad de poder ampliar nuevamente ese plazo.
Por el lado de los acreedores, BlackRock es en este momento con el que más lejos se está de llegar a un acuerdo. Pero es, además, el acreedor más importante. Desde el grupo piden 55 dólares por lámina, es decir cinco más de lo que había ofrecido el país.
El grupo denominado Ad Hoc Bondholder Group dijo que «la Argentina rechazó una sostenible y sensata solución». El grupo Ad Hoc -en un comunicado- afirmó que «dado el fracaso de las negociaciones de los tenedores de bonos, nuestro Grupo ahora está considerando todos los derechos y recursos disponibles en nuestro capacidad como fiduciarios para los millones de ahorradores que servimos alrededor del mundo».
El documento de Ad Hoc sostiene que «nuestra última y mejorada propuesta proporciona un amplio espacio fiscal para que Argentina implemente políticas responsables para abordar los desafíos económicos y sociales inmediatos que enfrenta Argentina, incluso en respuesta a la crisis de Covid-19, mientras que al mismo tiempo se preserva el derecho para los tenedores de bonos internacionales».
Según este grupo, la última oferta de Ad Hoc «proporcionó un alivio de unos 38 mil millones de dólares de flujo de efectivo, durante un período de 9 años, al tiempo que proporcionó otro alivio adicional de 23 mil millones de dólares de alivio de efectivo entre 2020-2023». De acuerdo con el comunicado, la oferta incluyó reducciones de cupones con un promedio de 42%.
El grupo destacó también que «con los nuevos bonos emitidos bajo nuestra nueva propuesta se han extendido vencimientos en comparación con el stock de deuda existente, con un promedio de vencimientos de 12,7 años y sin pagos de amortización hasta 2025».
Otro grupo, en este caso el compuesto por ACC, Gramercy, Fintech y Oaktree – denominado «Grupo de titulares de bonos» o «BG»- dijo que su oferta «cumple con el marco de sostenibilidad de la deuda de Argentina».
Según BG, su oferta «utiliza los mismos bonos de salida que en la propuesta de Argentina y reduce el recorte al 1% en bonos globales y establece fechas de pago en enero y julio de cada año para todas las categorías de bonos».
Para los tenedores que acepten la oferta en primera instancia habrá incentivos como el acceso al primer bono de salida con vencimiento en 2030, una tarifa de incentivo adicional y un instrumento de recuperación de valor (VIR) equivalente a un cupón móvil atado al exceso de las exportaciones en un período de 5 años, tomando como base un monto exportado de 47.000 millones de dólares para 2020, ajustado al 1% anual.