Economía

Deuda: representante de Argentina en el FMI es «cautamente optimista» por las negociaciones


Sergio Chodos consideró que los acreedores deben "apreciar que la capacidad de pago de la Argentina es buena también para ellos"

El representante de Argentina en el directorio del FMI, Sergio Chodos, confesó este lunes ser «cautamente optimista» por el resultado de las negociaciones por la deuda, y consideró que los acreedores deben «apreciar que la capacidad de pago de la Argentina es buena también para ellos».

Según el funcionario, «todo se define al final. Puede pasar que alguno de los bonistas que terminen aceptando a último momento, ahora estén diciendo que la oferta no les resulta suficiente».

Chodos subrayó que el gobierno «está trabajando en la oferta definitiva, alineada con la capacidad de pago del país. Una vez que se presente, se abrirá un período por dos o tres semanas, en el cual se tratará de convencer a todos los acreedores». En ese sentido, ejemplificó: «El período de suscripción se parece a una campaña electoral y el último día, es el de votación».

En declaraciones radiales, recordó que en 2005, la propuesta de canje de deuda «estuvo abierta desde enero a abril, y muchos acreedores entraron a último momento».

Por otra parte, el funcionario estimó «indispensable» que la Argentina acuerde un nuevo programa con el Fondo Monetario. «Un nuevo programa con el FMI es indispensable porque la Argentina no puede enfrentar el que tiene», enfatizó Chodos, quien también celebró la postura que tomó ese organismo en torno al proceso de reestructuración de la deuda argentina.

«La postura del FMI es importante, porque da un marco referencial (para las negociaciones) que refleja los límites de las restricciones respecto a la visión del Fondo», resaltó.

Durante el último fin de semana, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que «la base de la oferta de deuda que hicimos y de la enmienda que haremos es: perseguir objetivos fiscales y externos que dejen a la economía en una situación ordenada».

Este viernes vence el plazo que impuso el gobierno para que los bonistas decidan si aceptan o no la oferta oficial, pero podría ser extendido.