Economía

Deuda: ¿cuál es la brecha que separa al gobierno y los bonistas?


El enfrentamiento que surgió ayer por la tarde por diferencias en las propuestas alteró los mercados. Si en los próximos días no hay acuerdo, Argentina entrará en su noveno default

La brecha actual que separa al gobierno nacional de los principales acreedores del país en la negociación por la deuda asciende a entre US$6100 y 6800 millones, una diferencia que si bien podría ser saldada aún no hay acuerdo y crece el malestar entre los bonistas.

Las últimas ofertas presentadas por los tres principales grupos de acreedores del país acercaron las posiciones con el equipo que conduce el ministro de Economía Martín Guzmán, que también mejoró su propuesta. La oferta conjunta de l Grupo Ad Hoc -integrado por BlackRock, Ashmore, Fidelity y otros fondos-, y el Grupo de Bonistas del Canje -para algunos, el comité más duro de la discusión- bajó la diferencia con el gobierno en el alivio total a unos US$6800 millones. Esa brecha, en cálculos del mercado, equivale menos de un 1% del producto bruto interno repartido durante dos décadas. En el gobierno estimaban la diferencia, sin contar el «endulzante», en unos US$6100 millones.

Entre la última propuesta -la tercera- que presentó el ministro de Economía y la que llevaron los comités AdHoc y Exchange Bondholders -dentro de los que están los apuntados BlackRock, Ashmore y también los bonistas de los canjes 2005 y 2010- existe una diferencia en el flujo anual de US$220 millones de 2020 a 2046 si se toman las diferencias promedio de cinco centavos por dólar a una exit yield al 10%, según detalló La Nación.

Esos US$220 millones implican, estimaron, una diferencia de unos US$6100 millones en la oferta fija que hizo Economía contra la que presentaron los comités más duros. Ese cálculo no contempla el value recovery instrument (VRI, según las siglas en inglés) o bono atado a las exportaciones, que podría acercar más las diferencias. Ese cupón contingente, cuentan en el gobierno, es «difícil de dimensionar».

En el oficialismo describían que se trataba de «mucha plata» al final del día y creían que los bonistas son los que deben moverse más y no el gobierno. «Un acuerdo grande va a llevar la tasa de salida por debajo del 10% rápidamente. Una caída de un punto en esa tasa sube el precio de los bonos entre 4 o 5 dólares», argumentaron. En el mercado, por el contrario, creían que la tasa de salida de la Argentina sería mayor, y estimaban que el acuerdo dependía ahora de una decisión política.

Desde Casa Rosada bajaron los decibles del enfrentamiento que surgió en la tarde de ayer por diferencias en las propuestas, pero también en el diseño legal de las mismas. La discusión amenaza con derrumbar del todo las negociaciones, lo que llevaría a la Argentina a su noveno default y podría abrir un nuevo juicio en Nueva York.