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Caso Julian Assange

Detuvieron en Ecuador a un sueco al que vinculan con WikiLeaks


La Fiscalía de Ecuador informó este viernes que las autoridades hallaron libros sobre «hackeo» electrónico en el domicilio de un ciudadano sueco presuntamente vinculado con WikiLeaks, que fue detenido este jueves en Quito, en el marco de una investigación sobre supuestas actividades ilegales.

La detención del sueco fue informada a la prensa por la ministra del Interior, María Paula Romo, quien aseguró que estaba ligado a la organización internacional WikiLeaks, fundada por el australiano Julian Assange, detenido ayer por la policía británica en el interior de la embajada de Ecuador en Londres, luego de que el país andino le retirara el asilo diplomático que le había otorgado hace casi siete años.

El Ministerio Público, en coordinación con la Policía, ordenó la detención del ciudadano sueco, cuya identidad no ha sido proporcionada, en el aeropuerto Mariscal Sucre en Tababela, cuando pretendía salir hacia Japón.

La Policía allanó el domicilio del detenido, «para recabar elementos sobre las actividades que estaría realizando en Ecuador», precisó este viernes la Fiscalía en un comunicado, según la agencia Efe.

En este operativo se encontraron «equipos informáticos como teléfonos celulares, dispositivos de almacenamiento, libros relacionados con hackeo electrónico y dinero, entre otros» elementos, puntualizó.

El detenido tiene 36 años y reside en Ecuador desde hace cinco, es experto en el desarrollo de tecnología vinculada a la «seguridad, privacidad y criptografía», dijo la Fiscalía.

En 2010, WikiLeaks divulgó más de 90.000 documentos clasificados relacionados con acciones militares estadounidenses en Afganistán, cerca de 400.000 documentos secretos sobre la guerra de Irak y 250.000 cables diplomáticos provenientes del Departamento de Estado de Estados Unidos.

En la petición que ha tramitado Estados Unidos se acusa al experto informático de «conspiración para infiltrarse en ordenadores» gubernamentales a fin de obtener información clasificada. El director de WikiLeaks sostiene, sin embargo, que podrían añadirse cargos relacionados con el espionaje que supondrían décadas de prisión o incluso la pena de muerte.