Se trata de Edith Bernstein, una mujer que vive en la localidad de Gonnet y desde que fue diagnosticada con esa patología empezó a cultivar cannabis para producir su propia medicina
Se trata de Edith Bernstein, una mujer que vive en la localidad de Gonnet y desde que fue diagnosticada con esa patología empezó a cultivar cannabis para producir su propia medicina.
El miércoles pasado por la mañana, Bernstein regresaba de caminar y unos 10 agentes de Prefectura Naval la estaban esperando en la puerta de su casa.
En declaraciones a Télam, la profesional contó que los efectivos rompieron la puerta de acceso y, apuntándola con Itakas, la obligaron a ingresar a su vivienda.
«Entraron a la fuerza y me leyeron un acta en la que me informaban que -a partir de una denuncia anónima- se me abría una causa por narcotráfico», contó la mujer y describió que «fue una escena hollywoodense».
Sostuvo que la apuntaron con armas como si quisiera escapar, mientras intentaba explicarles que cultiva sólo con fines medicinales y «jamás en su vida» vendió una flor.
«Soy cultivadora porque hago aceites medicinales para mí y para mucha gente que nos necesita para patologías como epilepsia, artrosis, insomnio, ELA, cáncer, esclerósis múltiple. Los vendo a quienes pueden pagarlos y también los regalo a quienes no pueden acceder a ellos», afirmó Edith.
Analizó que «confundir una cultivadora con fines medicinales con una narco es un error grosero y así intenté explicárselos, pero me decían una y otra vez: ‘usted vende falopa'».
«Tengo abierta una causa penal por narcotráfico cuando jamás vendí un un cogollo», insistió la dentista y subrayó que se dedica a la investigación en la materia, participa de cursos en la Universidad Nacional de La Plata y de charlas que brindan los principales referentes en la materia, como el doctor Marcelo Morante.
«Les mostré varios certificados de esos cursos, pero sólo se burlaron de mí», indicó.
Bernstein dijo haber pasado un día «de terror» ya que los agentes de Prefectura hicieron un allanamiento en su vivienda que duró 12 horas.
«Me sentaron en una silla y no me dejaron moverme en todo el día hasta que me descompensé y me desmayé por los nervios. La pasé tremendamente mal, fue una pesadilla.
Expresó que en el allanamiento «rompieron todo: me desarmaron el indoor, incautaron luces, plantas, otros materiales que tenía en el freezer, aceite que es medicina para mucha gente», remarcó.
«Me quitaron el celular y me llevaron detenida a Prefectura Naval primero y luego a un lugar donde averiguan antecedentes. Me sacaron fotos como a una criminal, me tomaron huellas, me llevaron en un camión a Sanidad, donde me hicieron desnudar y dos médicos me revisaron las partes íntimas», dijo la odontóloga.
Relató que permaneció en la guardia de Prefectura «toda la noche en una silla, totalmente incomunicada, sin posibilidades de hacer llamadas y sin celular» hasta que comprobaron que no tenía antecedentes y a las 6:30 del día siguiente la dejaron ir.
«Espero que esto se sepa y sirva para que no le pase a otros. Tuve que designar un abogado en Capital para que tome vista de la causa, pero creo que tendré poner una defensa oficial porque son cuestiones muy caras», cerró la mujer.
La mujer manifestó que, por el momento, sólo sabe que la causa tramita en el Juzgado Federal N 4 a cargo de Ariel Oscar Lijo, secretaría 7, Comodoro Py, a cargo de Diego Alejandro Arce.