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Detuvieron a un chico de 18 años por las balaceras contra taxistas


Foto: Rosario3

 

Un joven de 18 años fue detenido al estar acusado de haber sido el autor de al menos una de las balaceras contra los domicilios de dirigentes del Sindicato de Peones de Taxis. El sospechoso fue apresado durante la mañana de este lunes por la Policía de Investigaciones (PDI) durante un allanamiento.

El acusado, identificado como Nahuel Ángel S. de 18 años, fue detenido en el marco de un operativo en zona sur, en una vivienda de Bécquer 400 Bis.

El chico está bajo sospecha, junto a un menor que se encuentra prófugo, de haber protagonizado el ataque del 25 de septiembre, en el que dispararon contra la vivienda del titular interino del gremio, Horacio Yianotti, en Grandoli al 3900.

Yianotti el domingo fue víctima de un nuevo ataque por lo que esta mañana se expresó y culpabilizó a Horacio Boix: «En lugar de amedrentarnos, tendría que estar preocupado por cómo va a justificar los faltantes millonarios que dejó en el sindicato». El sábado además fue baleada la vivienda de Luciano Llobera, adjunto del gremio.

«El faltante es millonario, desde enero hasta los últimos días que estuvo (Horacio Boix), la verdad es que no lo podemos creer, son 300 o 400 mil pesos por mes, multiplicado por ocho meses, estamos hablando de mucho dinero», dijo en declaraciones a «Zysman 830» de La Ocho sobre los resultados de la auditoría externa.

Yianotti vinculó los ataques del fin de semana a la investigación por malversación de fondos contra Boix. «Es bochornoso, igual las cifras no las puedo dar por precaución, falta el estudio de Fiscalía, la verdad que en vez de amedrentarnos a nosotros se tendría que preocupar por cómo va a justificar ante la Justicia los faltantes en el sindicato», reflexionó.

Respecto a los disparos recibidos en los domicilios, dijo: «Nosotros pensábamos que después de la primer balacera con los datos que habíamos aportado a la Fiscalía y a la policía esto se iba a terminar, pero continúa y avergüenza a la actividad gremial».

«No tendría que ser una feroz interna, porque lo que se hizo es suspender a un miembro de comisión directiva sospechado de malversación de fondo y termina en esto», precisó para afirmar: «Lo que ocurre es que las pruebas que tenemos son contundentes, cuando se dé a conocer, esto se tiene que terminar, esto sucede justo ahora cuando denunciamos al secretario gremial que no puede creer que no está más».

En cuanto a la balacera del sábado en Santiago al 3000, describió que «dos individuos se aproximaron al domicilio de Llobera, estaba la familia adentro, dieron entre ocho y diez balazos, en la planta baja donde viven familiares de él».

«Mi caso fue ayer a las 15 horas, por suerte no había nadie porque estábamos en un cumpleaños en otro lado, el ataque fue contra el local de un bazar, pegado a mi pasillo, fueron cuatro impactos de bala, dejó un desastre», lamentó sobre la balacera en Grandoli al 3900.

Ayer, Llobera contó a La Capital lo sucedido en su casa, atacada a balazos por segunda vez: «La sensación que tengo es de tristeza. Pero también de mucho acompañamiento de los compañeros por las cosas que estamos haciendo, que nos demuestran que estamos yendo por el buen camino».

«Hay una conmoción barrial importante, me parece raro que no nos quieran poner un móvil permanente. Nos dicen que no tienen, pero con estos ataques los vecinos también la están ligando», reclamó.