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Destacan el modelo argentino de telecomunicaciones con grandes empresas, pymes y cooperativas


Señalan que hay en funcionamiento 1.700 prestadores de servicios nuevos y representan el 7% del Producto Bruto Interno.

El modelo de telecomunicaciones argentino, en el que participan grandes empresas, pymes y cooperativas y que además cuenta con un Estado que genera reglas de juego, fue destacado por el titular de la Federación de Cooperativas Telefónicas del Sur (Fecosur), Antonio Roncoroni.

Fue en el marco de la Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Energía y Telecomunicaciones rurales, Tecnología de Información y Comunicación (Clertic), una entidad que tendrá en agosto próximo su encuentro fundacional formal en Chile.

Roncoroni, que asumirá la titularidad de la Clertic, fue un de los expositores de una conferencia realizada entre el jueves y el viernes en el país, dijo que «el modelo argentino funciona, y debería exportarse».

El directivo dijo que si bien el modelo de desregulación del mercado concretado en el año 2000 «no estaba hecho para promover a las pymes y las cooperativas», la realidad es que desde entonces a la fecha hay en funcionamiento nuevos 1.700 prestadores de servicios de telecomunicaciones.

Por su parte, el titular de la Confederación General Económica (CGE), Pablo Bressano, señaló que el segmento de las pymes y cooperativas de energía y telecomunicaciones en la Argentina representan el 7% del Producto Bruto Interno.

«Estamos ante dos servicios absolutamente esenciales», sostuvo Bressano y subrayó el rol del Estado en la «organización de las fuerzas económicas y que genera regulación para que el ecosistema sea virtuoso, sabiendo que los sectores que representamos son más chicos que las grandes empresas y generamos más mano de obra porcentualmente».

También el titular de Arsat, Matías Tombolini, subrayó que «la razón de ser de la empresa estatal es crear oportunidades donde las oportunidades no están».

«Ese es el rol del Estado que junto al mercado, y no a pesar del mercado, tiene que empujar la frontera de posibilidades productivas; donde el mercado no llega tiene que llegar el Estado para generar externalidades positivas», dijo Tombolini en referencia a los denominados impactos que ‘no se pueden medir’, como son la mejora de la calidad de trabajo, de la atención sanitaria y educativa a partir de la conectividad.

En la conferencia se presentaron casos de éxito en la asociación de pymes o cooperativas con grandes empresas, como el de la cooperativa de San Martin de los Andes (Cotesma) que en asociación con el grupo Datco tiene ahora conexión por fibra óptica transfronteriza con Chile.

En tanto, con la firma Tecnored tendió la primera red subacuática en el país para conectar a los habitantes de Villa Meliquina, Neuquén.

Otro expositor, el titular de la cámara de cableoperadores pymes (Cacpy), Marcelo Tullissi, puso el foco en la falta de sinergia entre sector público y privados, que lleva a la duplicación de la infraestructura y en las políticas que ponen condiciones a las prestadoras de infraestructura y no a las plataformas de contenidos.

En tanto, el director de asuntos regulatorios del grupo Telecom, Hernán Verdaguer, remarco los altos niveles de conectividad que tiene Argentina, mérito no sólo de las grandes empresas «sino de que en cada pueblo hay un operador».

«El planteo hacia adelante, es un desafío que necesita inversiones, créditos y para eso que el país mejore», señaló Verdaguer.

Respecto a los desafíos del futuro inmediato, su colega de Movistar Argentina, Alejandro Lastra, remarcó que con la internet inmersiva -basada en la realidad virtual- se avecina un «tsunami de datos» que requerirá redes robustas y con inteligencia artificial y una «nueva articulación público privada».