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Desde mañana, el Muro de Berlín llevará más días derribado que en pie


El Muro de Berlín, uno de los íconos del siglo XX y del mundo bipolar de la Guerra Fría, cumplirá mañana más días derribado que los que se mantuvo en pie durante 28 años, dos meses y 26 días evitando el abrazo entre el este y el oeste hasta su caída, el 9 de noviembre de 1989.

El muro de toneladas de hormigón que simbolizó la división germana comenzó a cercar la frontera de Berlín occidental a partir de la madrugada del 13 de agosto de 1961 por orden del gobierno de la comunista República Democrática Alemana (RDA) y se cobró la vida de unos 600 ciudadanos que intentaron traspasarlo durante los más de 28 años que mantuvo su vigencia.

Su final se produjo luego de un gran malentendido, cinco horas de vértigo y miles de personas que se aliaron la noche del 9 de noviembre de 1989 para lograr una hazaña que parecía imposible: tirar abajo el Muro de Berlín.

El anuncio de que la RDA otorgaría permisos para salir del país hizo que decenas de miles de berlineses orientales se reunieran ante los pasos fronterizos pidiendo cruzar al oeste.

La apertura de los pasos llevó a unas 100.000 personas a visitar esa misma noche por primera vez Berlín occidental, donde fueron recibidos con lágrimas y abrazos en imágenes que dieron la vuelta al mundo y se convirtieron en ícono del anticipado final del siglo XX, reseñó la agencia de noticias DPA.

La caída del Muro tuvo consecuencias globales e inmediatas. Además de simbolizar el derrumbe del bloque soviético y el fin de la Guerra Fría, posibilitó la reunificación alemana un año más tarde de la mano del canciller demócrata cristiano Helmut Kohl y dejó vía libre a la actual Unión Europea.

El Muro se extendía a lo largo de 155 kilómetros de la frontera entre Berlín occidental y el territorio de la RDA, 43 de los cuales se encontraban en la actual capital germana. Su trazado cortó 12 líneas de transporte suburbano y 193 calles.

En su última versión, medía 3,6 metros de altura y estaba resguardado por 302 torres de vigilancia, 11.500 soldados, una valla metálica, una cerca de púas, cientos de perros adiestrados y protecciones antitanque.

Más de 100.000 ciudadanos de la RDA intentaron huir a través de los ocho controles fronterizos entre el este y el oeste de Berlín entre 1961 y 1989. Lo lograron poco más de 5.000. Unas 600 murieron, 138 de ellas en Berlín.

La primera víctima fue Günter Litfin, un joven de 24 años, al ser abatido a tiros cuando intentaba huir a Berlín occidental, donde tenía su casa y trabajo, el 24 de agosto de 1961, apenas 11 días después de que se levantara el Muro.

Chris Gueffroy, muerto por disparos de los guardias del Muro el 6 de febrero de 1989, fue la última víctima, nueve meses antes de la caída.