Más de 30 historias quedaron plasmadas en este proyecto que es acompañado por un grupo de voluntarios de la ONG Resiliencia. En la actualidad ya se vendieron más de 100 libros a un valor de $200 cada ejemplar
Por Gonzalo Santamaría
Un grupo de voluntarios de la ONG Resiliencia pasó los últimos tres años dando talleres socioeducativos a internos de la Unidad Penal N° 6, ubicada en Francia al 4800. El trabajo, basado en talleres y capacitación de oficios, se ve reflejado en el libro “Mate amargo, mate dulce”.
Este sábado, continuando su trabajo fuera del penal, presentan textos en un reconocido centro cultural de Pichincha, donde expondrán esta serie de micro relatos, cuentos y poesías. “Porque creemos en las segundas oportunidades…”, comienza la invitación de este grupo.
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CLG dialogó con Sol J., integrante del grupo que contó detalles de esta iniciativa que hace eje en la inclusión.
“Nosotros empezamos alfabetizando, a partir de eso y ante la demanda de los chicos surgió el taller literario”, afirmó en sus primeras palabras para contextualizar el comienzo de la idea.
La voluntaria sostuvo que “los pibes se re prendieron y esto es un fruto de eso”. Reveló que el editado del libro se logró mediante rifas y distintas iniciativas para recaudar fondos y así lograr 300 libros.
Si bien ya se vendieron cerca de 100 libros, que tienen un valor de 200 pesos, el sábado en Salta 2817 los presentes podrán adquirir su ejemplar. «El libro es como un símbolo de trabajo con la educación y la inclusión social». Y agregó: “Es la igualdad de oportunidades a través de la educación”.
El libro tiene la particularidad de tener participaciones del periodista Lalo Mir, en el prólogo, al artista plástico, Ricardo Cohen (más conocido como Rocambole) en la tapa y el dibujante Tute, en la contratapa.
HAY EQUIPO
Catorce internos forman parte del grupo de escritores. El libro apunta a cualquier público, llevó un año de preparación y deja expuesto un “relato muy personal de cada uno y cómo transitan lo que les pasa”.
Sin embargo, Sol dejó en claro qué fue lo más difícil de la producción: «El título. Tardamos seis meses en elegirlo, hay que ponerse de acuerdo entre 14 personas”, aseguró.
El libro fue editado con 52 páginas, contiene 27 poemas y 7 microrelatos, y desde la ONG destacaron uno de los poemas, que será leído en la presentación, titulado: “No hay requisa que vea mi alma”.
La ONG piensa en el futuro e intenta asentarse, así lo dejó en claro la voluntaria: “Queremos continuar con los talleres donde haga falta. Ya se está haciendo (un libro) en otra institución y la idea es que donde haya ganas se haga”. Además invitó a todo aquel que se quiera sumar al grupo a contactarse mediante redes sociales.
En el cierre de la charla con CLG, Sol dejó sus sensaciones sobre este proyecto y lo que significa: “Es un símbolo de todo lo que se puede hacer siempre en vista a la inclusión y justicia social e igualdad de oportunidades”