La relatora especial de Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, Hilal Elver, alertó que Zimbabwe se encuentra al borde de la hambruna y pidió que Estados Unidos y la Unión Europea le retiren las sanciones económicas.
«No puedo expresar cuán urgente es esta situación. Más del 60 por ciento de la población de un país que fue una vez considerado el trigal de África presenta ahora inseguridad alimentaria», aseveró Ever en un comunicado tras una visita de diez días al asolado país.
«En las zonas rurales, cerca de 5,5 millones de personas se enfrentan ahora a la inseguridad alimentaria a medida que las lluvias y las condiciones medioambientales erráticas ejercen un impacto negativo sobre el ganado y las cosechas», añadió.
«En base a lo que he podido ver durante esta misión, las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea empeoran la situación y no tienen un impacto real sobre sus verdaderos objetivos, así que pido urgentemente que se acabe con ellas», indicó.
Por otra parte, pidió al gobierno de Zimbabwe que cumpla con sus obligaciones en materia de derechos humanos e instó a reformar el sistema de agricultura del país, recogió la agencia de noticias Europa Press.
Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto desde 2001 sanciones financieras y restricciones de viaje a altos cargos del régimen zimbawuense y del partido gubernamental ZANU-PF por la supuesta comisión de abusos de los derechos humanos y fraude electoral.
El Ejecutivo sostiene que estas sanciones son la respuesta occidental a la expropiación de terrenos propiedad de agricultores blancos.
Mientras los seguidores de ZANU-PF se manifestaban contra las sanciones, el principal partido opositor, Movimiento por el Cambio Democrático, dijo que las penalidades no son la causa de la crisis económica que vive el país.
El grupo regional Comunidad de Desarrollo del Sur de África (SADC) se sumó al llamado al gobierno para que se ponga fin a las sanciones.