Mario Poli, Arzobispo de Buenos Aires, encabezó la misa del Domingo de Ramos en soledad, sin files pero con sus obispos auxiliares. Y destacó: "No estamos solos. El Señor siempre está dispuesto a darnos una mano"
El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, exhortó hoy a los fieles a “animarse a vivir en paz”, a hacer introspección y “conocer más al otro” durante estos días en que “la convivencia se hace más exigente”, al tiempo que recordó “nada de lo que le ocurre a los hombres le es indiferente” a Jesús.
“Jesús está pensando en cada uno de nosotros. Si él se posesionó en el centro del drama humano, nada de lo que le ocurre a los hombres les es indiferente”, aseguró el sucesor de Bergoglio al presidir la misa del Domingo de Ramos que da inicio a la Semana Santa en la Catedral de Buenos Aires.
Lo hizo en una catedral a puertas cerradas, acompañado por sus obispos auxiliares de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza y monseñor Enrique Eguía Seguí, y por el rector de la catedral, presbítero Alejandro Russo.
“En estos días, la convivencia entre nosotros se hace más exigente. Animémonos a vivir en paz, aprovechar este tiempo para zambullirnos en nuestro corazón, para conocer más al otro y pidamos todos juntos por todo el mundo, por los que padecen el contagio, los que han partido, los que tienen miedo, los que están solos, los abuelos”, dijo en otro tramo de la homilía.
El arzobispo de Buenos Aires hizo referencia a la situación particular de la pandemia que obliga “a vivir las celebraciones más caras de nuestra fe en familia”, como es la Semana Santa y la Pascua, “recluidos en casa, o donde nos encontramos”.
“Pero no estamos solos. El Señor siempre está dispuesto a darnos una mano. Aun en medio de la amenaza que nos angustia, Dios quiere recordarnos cuánto nos ama”, sostuvo.
Poli señaló que “en estos días, la convivencia entre nosotros se hace más exigente. Animémonos a vivir en paz, aprovechar este tiempo para zambullirnos en nuestro corazón, para conocer más al otro y pidamos todos juntos por todo el mundo, por los que padecen el contagio, los que han partido, los que tienen miedo, los que están solos, los abuelos”.
Con el Domingo de Ramos, que recuerda “entrada triunfal de Jesús en Jerusalén” comienza la Semana Santa.
Si bien este año las circunstancias son especiales por la pandemia del coronavirus Covid-19, el Domingo de Ramos se caracteriza por la bendición de las palmas, la procesión, la Misa y la lectura del relato de la Pasión durante la Eucaristía.